De las pocas opciones que hay de restaurantes en Oasis Coyoacán, por lo que en fin de semana está llenísimo. Los precios son bastante altos y los platos no son abuntantes, con la idea de que cada persona ordene muchas cosas, algo en lo que insisten mucho, MUCHO los meseros, quienes te sugieren siempre lo más caro y hasta te argumentan los beneficios de pedir una jarra de agua de tres litros aunque tú sólo quieras un vaso. La comida sabe bien, no se puede negar, pero honestamente he comido un mole mejor incluso en Sanborn’s, así que tampoco fue nada memorable. Bien, a secas. El servicio es rápido, tomando en cuenta que vienen grupos y familias muy grandes y los meseros parecen estar al límite de su capacidad. Si vienes, prepara tu cartera porque no será una cuenta pequeña. Una ventaja del lugar es que tienen un menú para niños con platillos ricos y a un excelente precio, ojalá hubiera más opciones así, pero para todos los comensales.