El Palacio de Hierro

Es una tienda hermosa y con cosas de una muy bonita cualidad. Muy elegante. Pero hay muchísimas personas pipiris y por esto te lo cobran muy caro. Definitivamente conviene ir a comprar cuando es venta de liquidación porque las cosas están más accesibles

Este edificio es la sede más antigua de El Palacio de Hierro, aunque no es la primera, aquella edificación cuya estructura era totalmente de hierro (y de donde toma nombre el almacén) se incendió y dio lugar a este hermoso inmueble localizado en la esquina de 20 de noviembre y 5 de febrero. La tienda departamental, sobra decirlo, ha sido, desde sus inicios, todo un punto de referencia en cuanto a la moda se refiere y aunque este inmueble ya sea insuficiente y no aparente ser tan exclusivo como las sucursales de Perisur o Santa Fe, sigue teniendo la distinción y elegancia que lo vieron nacer. Con exquisitos detalles art Nouveau, el edificio nos traslada a una época en la que la aristocracia porfiriana deambulaba por sus pasillos. La joya de la corona es el hermoso vitral localizado en el techo de la tienda, creado por el renombrado diseñador Jacques Gruber.
Por cierto, la vista del inmueble por la noche es sencillamente espectacular.

El estilo no encontró mejor hogar que este edificio. Una de las tiendas más queridas por muchos y un edificio tan elegante como ese es la mejor combinación que uno podría pensar. Al contar con una serie de artículos de primera línea para el cuidado y el uso persona, la hace una excelente tienda para que puedas hacer tus compras de tipo personales, incluso, si estás buscando un buen detalles para alguien especial para ti o para alguna ocasión en particular, no dudes en ir. También los más pequeños podrán gozar de las ventajas de tener un estilo elegante e impecable al vestir. Aunque para muchos los precios de los artículos que ahí se venden son algo elevados, habrá que tomar en cuenta que el estilo es una inversión para darnos una mejor vista ante el mundo que nos rodea. Apuesto a que una vez que entres quedarás encantado con al menos algo que veas en alguno de sus aparadores.

Como ya muchos se imaginarán, esta fue la primera tienda del Palacio de Hierro. Pero no sólo eso, fue la primera tienda departamental que Mëxico tuvo en su historia. Todo comenzó cuando en 1888, la asociación J. Tron y Compañia decidió comprar un terreno para construir una tienda que se asemejara a las que habían comenzado a invadir, a penas unoa ños antes, a las principales ciudades de la época (Londres, Nueva York, París y Chicago). La construcción de este edificio, llevada a cabo por Eusebio e Ignacio de la Hidalga, culminó en 1891, siendo el primer edificio con fines comerciales en emplear una estructura metálica en sus cimientos, y con lo cual explica su nombre.
Desafortunadamente, un incendio en 1914 destruyó este primer inmueble, por lo que se decidió edificar uno nuevo. Así, en 1921, el arquitecto francés Paul Dubois, a petición de la sociedad Palacio de HIerro S. A., elaboró el proyecto de un nuevo edificio. Éste, que es el que ahora vemos, incorporó elementos de los estilos arquitectónicos del art decó y del art nouveau, los cuales eran las tendencias más vanguardistas de la época. De igual forma, se le revistió con acabados de marmol (nuevamente, uno de los primeros edificios del país en hacerlo) y con la incorporación del asombroso vitral de su interior elaborado por la casa Tiffany de Nueva York.

Esta es la primera tienda de El Palacio de Hierro. Es un edificio increíble y no es gratuito. Antes pasaba por ahí todas las mañanas (ahora sólo uno o dos días a la semana), y veía que, antes de abrir, revisan las paredes y ventanas, las limpian, verifican que todo esté en orden. Cuidan mucho el edificio.
Por dentro, existe un hermoso vitral en el techo, no dejes de mirarlo mientras haces tus compras. El edificio es tan hermoso, que aquí realizan las exposiciones de moda del Palacio. En cuanto a los artículos, es un espacio que les ha quedado chico, parece que no cabe ni un alfiler más en la sucursal y siempre hay gente entre sus pasillos.
Me gusta comer en el restaurante de aquí. Ubicado en el tercer piso, conserva el piso de madera y apreciar el vitral del techo es más fácil desde aquí. Si puedes, siéntate en alguna mesa de las ventanas, la vista no te decepcionará.

¿Qué tienen en común el Palacio de Hierro y Silvia Pinal? Así es, la moda. Por un lado, esta tienda cumplió 125 años y en este sentido celebró realizando una exposición alusiva justo en esta su sucursal matriz, que además es un edificio hermoso que aún conserva prácticamente toda su fachada original.
Yo, que no soy fanática de la moda, pero sí de andar de rol en el centro, caminaba un día por 20 de noviembre cuando volteé al aparador y vi un vestido rojo, antiguo, llamativo y a un lado la foto de la actriz, por lo que me acerqué y me di cuenta de que era aquel que justo la matriarca de la dinastía Pinal había usado hace ya varios ayeres en el Festival de Cine de Cannes, cuando recibió la Palma de Oro por su papel en la película Viridiana, de Luis Buñuel.
Vaya que uno puede encontrarse curiosidades interesantes en donde menos se lo espera… y es que fuera de mirar los artículos con precios estratosféricos en su interior, esta tienda tiene otro tipo de tela de donde cortar.