Este comercio es bastante más grande que una tienda de abarrotes cualquiera, pues parece un minisúper con precios de abarrotes. Venden de todo: vinos y licores, comida para perro, detergente, jamón, tortillas, refrescos, chocolates, desechables, vasos, botanas, hielo, cosas de farmacia, etc. Tienen maquinitas que les reditúan bastante, pues en lo que las madres hacen la fila para la única caja que hay, los chamacos se dan vuelo con Street Fighters o The King Of Fighters. Una coas curiosa es que en Halloween dan calaverita, y como toda la colonia lo sabe, logran tener filas de 10 a 15 cuadra de largas. Ahí tienes a todos los chamacos medios caracterizados de los mismos aburridos disfraces de siempre, esperando a que les den uno o dos dulces de baja calidad. Me cae bien este negocio, pues es vasto y accesible.