Maquetas en la estación Zócalo

Este lugar al interior de la estación del Metro Zócalo, se ha convertido en punto de referencia para los habitantes de la Ciudad de México, vamos, que es típico ya decir «nos vemos a las 10 en la maqueta del Metro Zócalo».
Y no es para menos, como si se teatara de la propia Tenochtitlán, la maqueta ha permanecido ahí por muchos años, viendo ir y venir a miles de usuarios del Metro que a diario pasan frente a ellas; algunos se detienen otros no.
Las maquetas de este lugar sin duda siguen sorprendiendo a los miles de habitantes de esta urbe, e incluso a los que vienen de visita, pues resulta fascinante tomarte unos minutos antes de continuar y admirar estas bellas representaciones de lo que alguna vez fue la Ciudad de México.
Cuando pases por aquí, no dudes detenerte e imaginar y pensar en el esplendor de un lugar, que si bien luce distinto ahora, fue y es parte de lo que nos distingue como país.

A la salida de los andenes del metro Zócalo encontramos esta maqueta. Esta pieza es una representación de lo que pudo ser la antigua ciudad de Tenochtitlán. Recuerdo que cuando iba al centro con mis papás pasaba siempre a ver la maqueta. Esa que veía se encontraba bastante deteriorada, ahora la han restaurado y ya tiene una iluminación especial. No se si tengo un recuerdo falso pero creo que la anterior tenía unas pequeñas figuras que representaban los pobladores de la ciudad. En ella podemos ver los edificios que conformaban el sitio, al ver las formas de las pirámides creo que debieron ser espectaculares. De pequeño no podía imaginar que esta ciudad se haya construido sobre las pirámides. Vale la pena pasar por la maqueta para imaginar por un momento la forma del pasado en la ciudad.

Bien o mal, los españoles se encargaron de terminar con la mayorías de las construcciones que nuestros antepasados habían edificado para poder alzar sus iglesias y palacios. Sin embargo, afortunadamente aún quedan algunas muestras en el Museo del Templo Mayor, y eso junto con las maquetas que se encuentran en el metro Zócalo, nos ayudan a hacernos una idea de cómo era el panorama en esas épocas en la Gran Tenochtitlan.
Era de mi agrado acompañar a mis papás al Centro Histórico para pasar a ver las maquetas, pegado al cristal me quedaba varios minutos contemplando la arquitectura de esas majestuosas construcciones, echando a volar la imaginación.
Existen dos maquetas, una de las pirámides y una del Zócalo pero con la edificaciones virreinales, aunque la que más me causa admiración es la primera.
En esos cristales por lo regular hay algunos niños que jalan a los papás a los vitrales para que los lleven a contemplar las maquetas, donde más de uno se imagina dentro de ellas o ya quisiera un niño llevárselas a casa para jugar con ellas.
Este tipo de muestras nos ayudan a los habitantes del país y más de la capital a conocer más sobre nuestro pasado, nuestra cultura e identidad como mexicanos y chilangos.

La ciudad de México es inmensa, el centro histórico es un espacio de grandes dimensiones donde se encuentran infinidad de lugares interesantes. ¿Te imagina verlo todo desde una panorámica que abarque cada centímetro?, esto esto posible de forma real si viajas en helicóptero cuando vas a la escuela o al trabajo y se te ocurre de «pasadita» cruzar por el zócalo; o si te avientas desde una paracaidas y ves desde lo alto como el centro se coloca tendido a tus pies, o qué tal si un hombre gigante te coloca sobre sus hombros y te lleva a su balcón, desde el que cada noche ve el caos que hay en la Ciudad, y nos escupe cuando se desespera, o o nos ignora la mayor parte del tiempo. Bueno, una manera más fácil de darte una idea de la contrucción, la estructura, la organización y demás detalles de la ciudad es con las maquetas que se encuentran al interior de la estación del Metro, Zócalo.
EL diseño es muy sencillo pero ayuda a darse una idea de la intención del desarrollo de la ciudad, al menos en teoría, ya que en la maqueta luce perfectamente organizada, sin caos, sin tráfico, es decir, más que una máqueta de una construcción parece ser una maqueta de la ilusióin.
Observarla y consultarla puede servir para trabajos escolares.

Cuando era un niño mi mamá solía llevarme a los diversos museos del Centro y para ello, nos transportábamos en metro (entrar a esa zona de la Ciudad en coche era aún más conflictivo hace 20 años de lo que es hoy), bajándonos por lo regular en la estación Zócalo.
Nunca voy a olvidar el impacto que me causó el ver las tres maquetas que del centro de la Ciudad ahí se encuentran expuestas. La primera muestra el centro ceremonial de México — Tenochtitlán, la segunda el zócalo durante la época virreinal y la tercera, ese mismo lugar a principios del siglo XX. Puede pensarse que siendo niño era fácil impresionarme por el tamaño y la novedad de las obras, pero ahora, a distancia y con mucho más conocimiento de lo que veo, me doy cuenta de que el trabajo exhibido es de una calidad impresionante, además de que retrata fielmente cada una de las épocas.
Sé que es un poco complicado detenerse a admirarlas con calma, debido al gran movimiento que siempre hay en la estación, pero vale la pena hacerse a un lado y observar detenidamente los detalles de las maquetas. A mí me alimentó las ganas de conocer un poco más sobre ésta, la ciudad en que vivo.