Massiosare El Hostal

Sin duda algo que muchos extranjeros o cualquier persona que venga de visita al Distrito Federal busca algo céntrico, bueno, bonito y barato, ¿cierto? Pues Massiosare, El Hostal es una muy buena si no es que la mejor opción para poder quedarse. No basta con que sea un lugar céntrico, bueno, bonito y barato sino que además tiene una decoración sencilla pero un lugar que inspira mucha confianza y tranquilidad. Para las personas que sólo buscan lugares para dormir esté es perfecto pues además de tener habitaciones sencillas hay habitaciones «aún» más sencillas, me refiero a que se rentan habitaciones individuales obvio salen un poco más cares o bien, habitaciones grupales, para los que sí de verdad sólo buscan un lugar donde dormir por un rato.

Este hostal no sólo es una delicia por la ubicación, una calle tranquila del centro a unos pasos de la Alameda Central, sino por lo que ofrece como tal. No sólo es un espacio en el que los extranjeros pueden llegar a dormir sino que buscar darle a México el valor que merece. El proyecto lo empezaron y lo continúan un par de amigos y decidieron que en cada una de las paredes de su hostal le iban a dar espacio a fotografías mexicanas, si alguien tiene alguna propuesta es muy probable que sea considerada. El hostal se encuentra en los últimos pisos de un edificio viejo y descuidado, con un elevador antiguo que ya no funciona pero que le da vida, por irónico que suene, al hostal. En el último piso se puede disfrutar de una tarde, mañana o noche con una de las mejores vistas al Centro. La terraza está acondicionada para ser un espacio de fiesta, puedes rentar la terraza y alguno de los cuartos para pasar la noche y no manejar o ahorrar el dinero de un taxi. Cada cuarto tiene un costo. Los baños son ecológicos lo cual es un gran plus.

Durante varios meses, antes de conseguir un cuarto donde vivir solo en el Centro, me hospedé en algunos hostales. Al principio me resistía. Era joven, no conocía nada y la palabra «hostal» me sabía a vagabundos, a chinches, a mal olor. Estaba equivocado.
A menudo recuerdo los pocos días que pasé en El Massiosare, por ejemplo. Platicar con su gerente, Alejandro, era llenarse los oídos de leyendas y de historias sobre el edificio. En este lugar vivió Fidel Castro, dice cada que algún nuevo inquilino llega con ánimo parlanchín: aquí Castro aprendió a manejar armas, aquí le ofrecieron el Granma y desde aquí planeó la Revolución Cubana.
El lugar está lleno de extranjeros barbados que llegan, mochila al hombro, a conocer el centro de la ciudad. Pasar una noche allí era como asistir a una convención de la ONU, pero en versión hippie: australianos, franceses, israelíes, alemanes, que se organizaban en dos segundos para conseguir una guitarra o una película o contactar a un poeta local y presentar un libro. Era lindo eso de fingirse turista por una semana en mi propia ciudad.

En el centro de la ciudad de México, a unas cuadras del metro Juárez existe Massiosare, el Hostal, un concepto flexible y económico para hospedarse. Es el sitio ideal para backpakers o viajeros aventureros que desean ahorrar y encontrar un sitio para descansar, asearse o sólo dormir.
El lugar es limpio, muy sencillo pero bonito, tiene habitaciones individuales o para dos personas por sólo 350 pesos o compartidas con otras cinco personas en 140 pesos. El hostal se ubica en un viejo edificio que le otorga un aire europeo. Siempre está abierto y la ubicación es excelente, porque te permite comunicarte en toda la ciudad a donde quieras. Cerca tienes museos, zonas turísticas de la ciudad y el Centro Histórico de D.F. Las habitaciones son amplias y limpias, puedes conocer a personas de todo el mundo. ¡Ideal para viajeros!
Puedes llamar y hacer una reservación o llegar directamente, siempre hay alguien que te atienda.