Merendero Las Lupitas

I’m no expert but this place was amazing, its the best traditional Mexican food I’ve ever had. Great service, great family vibe. ASK FOR THE DEVIL SAUCE.

Family-​run establishment presenting soulful dishes from northern Mexico. Highlights include eggs served with a bright, citrus green sauce as well as mole, chivichangas (not to be confused with chimichangas), and a very nice coconut flan. Bonus is it’s located in the picturesque neighborhood of Coyoacán, about ten minutes from Centenario Park. Definitely worth the visit — definitely will be going back.

En una de las esquinas de la Plaza Santa Catarina de Coyoacán, se encuentra el famoso Merendero las Lupitas, el cual fue abierto hace aproximadamente 53 años. Por lo regular está la dueña atendiendo, quien llegó de Ciudad Juárez y abrió este lugar, que mantiene decoración 100% mexicana, así como la comida; tienen una amplia carta de antojitos como: tamales, chimichangas, burritos norteños, enchiladas, sus famosos frijoles refritos, atole, etc., pero si tienen antojo de algo que no vez, es posible que les comentes y te lo puedan preparar, aunque creanme que no será necesario. Tienen desayunos, comidas y cenas, pero el horario que más frecuentan los comensales es la famosa «hora de la merienda».
Lo atiende gente de confianza y muy amable, por lo que termina siendo un lugar muy acogedor. Solo aceptan efecivo y cerca de ahí no hay cajeros, así que mejor lleven efectvo.

Las Lupitas es uno de esos lugares con los que nada más de pensar en ellos me pongo feliz.
Ubicado en una zona muy tranquila de Coyoacán, este tradicional merendero atiende a hambrientos y curiosos que pasean por su calle empedrada.
Yo he ido a desayunar y a cenar, nunca a comer. Casi siempre se trata de un cumpleaños o cuando está mi prima de visita y queremos recordar buenos tiempos.
Lo típico de este lugar son las chivichangas (así como lo lees) y la machaca, pero tienen muchísimos especiales como chiles rellenos, cochinita pibil, tlacoyos de chicharrón, papás con chorizo, menudo, enchiladas potosinas… Un sinfín de platillos exquisitos.
La única complicación es la estacionada, pero si te vas una cuadra más lejos seguro encuentras lugar.
El Dr. Agustín Carstens es un asiduo de ete lugar.

Como su nombre lo indica, no es propiamente un restaurante, así que no está abierto todo el tiempo. Abre de 8:30 a 15:00, y de 19:00 a 23:00, aunque creo que hay servicio para llevar después de esa hora. Hacen comida interesante y nostálgica, en la modalidad de merienda que ya no es muy común en la ciudad. Los frijoles en cualquiera de sus especialidades están bastante buenos, aunque considero los precios un poco elevados para el tipo de comida que es.
Si no eres codo, es bastante recomendable pasearse por los alrededores de Santa Catarina durante el atardecer o en la mañana y terminar el paseo con un jarrito de atole de vainilla (bastante sabrosón, por cierto)

Las Lupitas es para mí un lugar entrañable y traigo sus sabores en los recuerdos. Primero porque desde muy pequeño mis padres me llevaban para cenar unas deliciosas chivichangas, que son como unas quesadillas sonorenses de frijolitos meneados con queso en tortillas de harina adobadas.
Entonces era sólo merendero, como su nombre lo dice; con el tiempo lo abrieron para desayunar. En esa época regalaban a los niños juguetitos de plástico como esos que venden en el Mercado de Sonora, lo que me daba mucha ilusión. Recuerdo salir del cálido lugar al frío y cruzar la hermosa placita de Santa Catarina para subirme al coche, ya con los ojos medio cerrados, y regresar a casa.
El menudo estilo Chihuahua –con maíz cacahuazintle, como el pozole– y los burritos de machaca con huevo son tan clásicos como las sillas rústicas de madera pintadas con vivos colores mexicanos. ¡Y qué decir de las coyotas a la hora del postre! Desde los tiempos de la infancia he regresado decenas de veces.

Como recordé al Dr. Jurado amado padre de mi amiga de la Secun y a quién yo le guardo mucho cariño y respeto.
Los paseos por Coyoacán con la familia Jurado deliciosos esas tardes en las que caminábamos por el centro y recorríamos la calle de Francisco Sosa para terminar sentados compartiendo de la rica merienda mexicana del merendero las Lupitas donde realmente es una delicia el atole de vainilla como en las mejores meriendas de mi abuela.
Compartíamos de las delicias del lugar en un ambiente muy tradicional de los merenderos pueblerinos con calor de hogar y de charla de familia, es el lugar donde probé las chimichangas.
Abierto desde las 5 de la tarde para que meriendes como en los cuentos de las leyendas de México.