Pablinni’s Chef

Siempre esra lleno, como no con estos precios y esta calidad, tienen wifi gratuita, el trato es muy atento, buena presentación los alimentos. Eso si el café no me gustó tanto, buen cuerpo y color, pero sin aroma. Fuera de eso es ina excelente opción si andas por la zona

Hay vecinos de la colonia Álamos que presumen que su colonia se ha puesto mejor que la colonia Narvarte. Naturalmente, se equivocan… aunque uno de sus argumentos más fuertes sea justamente Pablinni’s Chef, un restaurante de altísima calidad.
Lo más famoso de este negocio es su servicio de fonda: cada día entre semana, el chef nos sorprende con creaciones deliciosas, baratas y nutritivas. Además, los desayunos son muy solicitados, sobre todo en fin de semana. Quizás se deba al servicio de café ilimitado, canastas de pan y mantequilla, y pan dulce que tanto gusta en las cafeterías de la ciudad de México. Si vienes temprano pide los huevos con mole o los poblanos. Los clásicos molletes y chilaquiles también tienen su propia personalidad.
El éxito de Pablinni’s Chef es tan grande que ha aparecido un local vecino, justo enfrente, donde surten pedidos de pasteles, pays y cupcakes. De este local recomiendo ampliamente el fondant.

Este lugar se merece cinco estrellas por la maravilla de espacio que es, por lo que ofrece y por lo que les da a sus clientes cada vez que uno viene aquí.
Este sí es uno de los lugares que siempre encontrarás lleno. Y, en efecto, como dicen otros que han venido a este lugar, su decoración hace sentir bien a uno. Y la frase realmente fascina a uno. Amigos que no se han presentado.
Aquí encontrarán platillos típicos y un poco de todo. Frente al Pabinnis que reseño está una pastelería de ellos donde encontrarás diferentes pasteles, todos muy ricos. Están a súper precio y todos valen la pena.
Se llena, pero también hay espació para todos. La atención que brinda el lugar es muy buena y agradable, por eso uno termina volviéndose fan de esta cafetería.

Pablinni’s siempre está llenísimo y no es para menos. Lo bueno es que tienen mucho espacio y las mesas se desocupan rápidamente.
Es un lugar al que se puede ir a comer cualquier día o a desayunar los fines de semana en familia. Últimamente también inauguraron su servicio de cena.
Aunque puedes encontrar platillos típicos, pero lo fuerte son sus especialidades que salen de lo común. Para desayunar, por ejemplo, recomiendo unos huevos poblanos que vienen bañados de una salsa cremosa muy rica. Los paquetes de desayuno están buenos: jugo, fruta, café, pan, a un precio muy bajo. Y el menú de comida es muy sabroso también, tiene muchas opciones.
Está decorado para hacerte sentir bien recibido. Por ahí, en alguna de las paredes, encontré esta leyenda muy bonita: «A este restaurante no llegan extraños, solo amigos que no se han presentado».