Parque Arboledas

Además de los comentarios anteriores, no está de más que sepas que el parque tiene una cabaña donde dan talleres de manualidades para los niños. Digo, por si hiciera falta entretenerlos.

Este parquecito es realmente bonito. Cuando tengo temporadas de trabajar en oficina (porque a veces consigo trabajos en casa) me desespero mucho porque no soy una persona que pueda estar en un solo sitio 8 horas (o más) seguidas, por lo tanto, la hora de la comida es mi aliciente, y prefiero salir y buscar lugares bonitos a donde comerme el alimento que me traigo de casa.
Este bonito parque me sirvió en mis horas de comida cuando trabajaba por la zona. Es muy bonito, seguro, está muy limpio y hay mucha vegetación como me gusta. Tiene muchas canchas, tres son de basket y otras tres son de voleibol. También cuenta con una zona segura con juegos para niños y un trenecito, por si quieres ir con los peques.
Y si te gusta salir a correr, este parque cuenta con una pista de arcilla de aproximadamente 700 metros, pero si eres más «nocturno» este parque cuenta con muy buena iluminación, por lo cual mucha gente prefiere salir a pasear o correr por sus caminos de noche.
No es un parque enorme, pero está muy bien equipado para hacer deportes, pasear, llevar a la mascota o simplemente disfrutar de su vegetación.

Si vives por la del valle éste es un buen parque para llevar a tu perro a pasear o para darte un respiro.
El parque cuenta con un pequeño circuito de 800 mts aprox de piedritas rojas (lo cuál amortigua la corrida) y en el centro hay algunos pedazos de jardín y canchas de basquet y otra de fútbol rápido.
Está bien iluminado y bastante concurrido.
Solo hay una esquina que huele medio feo… fuera de eso es un gran lugar disfrutemos de nuestras áreas públicas.

A este parque me venía de pinta cuando no quería entrar a la secundaria. El segundo año lo cursaba en la tarde y no terminó de agradarme ese hecho, por eso me escapaba al parque de Las Arboledas. Ahí me sentaba en una de las bancas y me ponía a ver las cascaritas que ahí se improvisaban. Muchos de esos chavos y señores se ve que ya se conocían desde hace mucho tiempo.
Recuerdo a un Don, alto, delgado, espigado, que le llamaban ‘Espátula’. Cómo jugaba, me cae. Por eso le decían así. Su capacidad de correr era menor que su capacidad de driblar. Yo jugué futbol muy pocas veces. Era malo para eso de correr y patear, y me faltaba ‘toque’. Lo que no me gusta de esa cancha de futbol es que es de tierra, y cuando llueve o cuando hay ventarrones uno se siente en campos de futbol llanero. También hay canchas de basquetbol

Alguna vez tomé una clase de kung fu en este parque, en la tranquila y limpia Colonia del Valle. Me gusta el hecho de que tiene un ligero hundimiento en algunos tramos de su perímetro, es decir, para entrar en él hay que descender a un desnivel.
En otras ocasiones he ido a correr; a lo largo de su perímetro tiene una pista de tezontle, tierra suelta para amortiguar el paso en la carrera. Van muchos corredores. Hay bancas a lo largo de la pista y en el interior del parque. Cerca de una de las esquinas hemos estado sentados, mi esposa y yo, al atardecer, observando un espacio interesante que tiene este parque: una pista circular con un declive hacia su centro en donde poco a poco se van reuniendo jóvenes para patinar en patinetas o hacer trucos en bicicleta, y el espacio se presta bastante para tal fin, puesto que en el interior de la pista se levanta una plataforma como de dos metros desde donde ejecutan diversos tipos de salto. Tiene muchos árboles de gran altura que le procuran a todo el parque en general una constante sombra.

El parque tiene un ambiente muy peculiar sobre todo por las noches ya que en la zona muchas personas se reúnen en estos horarios para salir a caminar o trotar en la pista de arcilla con más de 700m de extensión.
Para mi gusto es un agasajo ya que muchos salen a caminar y aprovechan a pasear a sus perros de tal manera que el parque es el club de reunión para los amos y los perros y yo soy una amante de los perros (mi amiga me apoda la diputada de los perros), así que el lugar es ideal para que sea la cámara de diputados de los defensores de los animales. Es un parque muy bello que cuenta con un alumbrado espectacular, servicios de vigilancia, además de que por las mañanas encuentras algunos puestos de comida muy especiales.
Frente al parque hay un pequeño cafecito de años que no recuerdo el nombre pero es muy pintoresco con sus mesas sobre la banqueta donde puedes tomar unos deliciosos tés de frutas exóticas deliciosos.

Este parque representa muchas cosas para mí. Siempre que paso a través de sus pasillos, la vitalidad de quienes trotan, la alegría de los niños en los juegos infantiles, o la adrenalina de los que arman la cascarita en la cancha, todo ello irradia buena vibra.
Este lugar me cae bien (si es válida la expresión). A menudo voy a leer ahí; a pesar de la gente y las muchas actividades que se llevan a cabo, el parque es tranquilo, reina una paz acogedora.
Además de lo que ya mencioné, también hay clases de aerobics, defensa personal, acondicionamiento físico; los domingos hay entrenamientos para perros. Un parque que sirve para muchas cosas, como para romancear por ejemplo (lo digo por experiencia y sin sonrojarme jaja).
De día o de noche, el Parque de Pilares es bueno para todo, invita a sentarse, relajar la mente y estirar las piernas mientras sientes la vibra de todo cuanto te rodea.

Mejor conocido como el «Parque de Pilares» además de ser uno de los de mayor tradición aquí en el DF ya que es muy limpio, está cerca de las colonias Del Valle y Narvarte, cuanta con muchos servicios de comida y antojitos. Además tiene canchas y pista de grava para corredores.
Es un lugar completamente familiar y muy seguro, pero lo que más me llama la atención de este parque es, que hay un grupo de personas que llevan a sus perros y quedan a diferentes horas del día, normalmente en la noche y dejan a los canitos ahí retozar, formando manadas y al mismo tiempo los dueños hacen grupos y comparten muchas actividades que tienen que ver con sus mascotas.
Si un día llevas a tu perro y ahí están, puedes acercarte a ellos, primero te olerán, verán con que intensión llegas y después seguro formarás parte de este grupo que se junta en el parque. Muy recomendable.
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