Sac’s

Esta cafetería llamada «Sac’s» fue otro descubrimiento de mi madre, que la zona la maneja muy bien por la cercacanía de su trabajo. Un día que estaba de vacaciones en la escuela, no tenía idea de que comer, así que le hable y le dije si me invitaba, no le quedo de otra más que decir que si.
Quede de verla afuera de su trabajo, me dijo que iríamos a un lugar donde había ido a desayunar y a comer varás veces con sus compañeros de oficina, caminamos hacia la calle de Pennsylvania a una cafetería muy retro. Entramos y nos sentamos en una de las mesas, nos mostraron el menú y la comida era al estilo Vips o Toks. En aquella ocasión pedí una milanesa de res con la sopa del día, nos dieron agua de jamaíca y al final un postre que fue gelatina.
Recuerdo que el olor y el sabor de la comida era bueno y el lugar estaba lleno con gente de oficina en la hora de la comida. Tiene años desde la última vez que fui y no he regresado en mucho tiempo, pero cuando paso por ahí me dan ganas de entrar, a ver que hay de nuevo en el lugar, pues su imagen, al menos en el exterior y logotipo ya están cambiados, habrá que probar si el menú ha tenido cambios o que novedades nos encontraremos.

Este lugar se ha ido reformando con el paso de los años, hoy tiene un look más fresco y moderno, pero hasta hace un año tenía un look super sesentero, con asientos naranjas de fuente de soda gringa. Renovarse o morir y eso le sucedió a la Cafetería Sac´s, pero el sazón, el menú sigue siendo lo mismo y para desayunnar y comer es genial.
Comida tradicional, rica y en paquete. Para el desayuno unos huevos con tocino, jugo de naranja, pan de caja tostado, mantequilla, mermelada y cafecito recién hecho.
Para la comida, sopa de verdura o consomé de pollo, guisados que van desde puntas de filete en salsa de morita hasta pierna horneada, cuando se acerca la navidad. Ensalada, postre y agua.
En lo particular me gusta comer milanesa con papas a la francesa, es lo mejor, pero también podrá encontrar enchiladas, enfrijoladas y hasta machaca norteña.
Este lugarcito vale la pena visitarlo una vez por lo menos en la vida.