He aquí los mejores tacos que hay, a mi parecer, en esta zona de la capital. Hay de cachete, surtida, pastor, suadero, longaniza, lengua y los campechanos que llevan poquito de todo y que son la onda en este lugar. Para acompañar el taco hay agua fresca de jamaica u horchata, nada de refrescos. Por si fuera poco ya el agasajón, es baratísimo comer aquí: siete y ocho pesos, excepto el de lengua que cuesta doce, pero que igual no es nada caro. Una vez dentro hay que pedir con antelación porque la gente no deja de llegar y el taquero siempre está ocupado sirivendo, así que hay que tener un poco de pasciencia. Vayan, pidan seis campechanos y un agua de horchata y con es tienen.