Antes de que en Grupo Expansión construyeran una nueva cafetería, casi todos los empleados de esta editorial llevaban su propia comida o salían a este puesto de tacos de guisado. No había otras opciones a corta distancia para ir caminando y volver rápidamente, así que había que aprovechar que en este lugar cambiaban los guisados todos los días. Dos o tres tacos y tienes para volver a trabajar toda la tarde. Los mejores eran posiblemente los de chile relleno de los miércoles o los de albóndigas de los jueves, pero cualquier guisado servido con arroz o frijoles alegraban la tarde. Sólo hay unos pocos banquitos, así que llévate tu plato a la jardinera de enfrente o, si el policía no te deja instalarte ahí, a la banqueta.