La calle Guatemala está llena de tiendas de textiles, botones, broches y remates. Todo para el corsetero está en esta calle. Tiendas como esta que ostenta el nombre de un novelista británico. Nunca he entendido porqué este local pequeñísimo y con olor a polilla, fue bautizado con el nombre del autor de Otra Vuelta de Tuerca. Misterios de la ciudad que nunca podrán resolverse. Aquí se venden telas de todo tipo: rollos enormes de algodón, licra, pana, felta, sedas o damascos. También se venden saldos de otras tiendas a un precio ínfimo.