Café Wimpy’s

un lugar relajado, de ambiente apacible y vintage, ideal para ir a leer un rato, relajarse o ir con la pareja. En lo personal las tesinas son maravillosas, con miel mucho mejor.

Wimpy’s es una de las mejores cafeterías de Puebla, en especial recomiendo el té Chai!

Lo que mantiene vivo ésta cafetería es que todos la conocen, existe desde 1939 ! Yo la conocí el día que festejaron sus 75 años dando bebidas al dos por uno, y varios descuentos para que te armaras una botana para acompañar.
La verdad es que todo estuvo muy rico, no nos quedamos por mucho tiempo porque había mucha gente, y me comentan que estaba tan lleno ese día por las promociones de aniversario, pero que generalmente es tranquilo… cuando pueda regresaré para conocerlo en un día normal…

Llegué a este coqueto café escondido en uno de los edificios del primer cuadro del Centro Histórico porque una amiga pasaba todos los días por ahí y me contaba que se le antojaba mucho comer ahí, así que le cumplí el capricho y nos sirvieron una comida la verdad muy sabrosa y estuvimos muy bien atendidos.
Desde esa vez he ido un par de veces a reunirme con socios o amigos en el Centro y degustar un rico café. He visto que tienen especialidades y cafés de muchos sabores y diseños, la verdad es que yo me quedo con el cafecito americano que tiene un sabor fuerte y un aroma que salivas desde que te lo ponen en la mesa.
Como es un café que está medio metido en el zótano del edificio, se puede platicar a gusto sin que te moleste el escándalo de la calle y el lugar está decorado en un estilo muy sencillo pero muy agradable.

Esta es una de las cafeterías que más me gustan de Puebla, y se me hace un lugar con mucha tradición. Además, como buen fan del cómic, me encanta todo lugar que haga referencia al 9o. arte, y Wimpy’s lo hace. Verán, Wimpy es el nombre original del amigo de Popeye el marino a quien en México conocimos como Pilón.
El lugar es bastante acogedor, con una decoración muy bonita, que te hace sentir a gusto.
Yo solía venir muy seguido, pues mis papás visitaban al padre de la iglesia que está enfrente. Así que mientras ellos pasaban a platicar con el Padre Chispa (nunca supe su nombre, pero así le decían mis papás), yo me iba a Wimpy’s a esperarlos.
Ahora que volví a visitarlos, me encantaron varias cosas del lugar. Primero, el hecho de que tienen un librero. No pregunté si prestaban los libros, porque no quería distraerme del que traía leyendo, pero ahora que ya terminé mi libro, iré a ver si sí los prestan, pues tenían unos que me gustaría leer.
La otra cosa que me encantó, es que participan en el programa de café pendiente. Ese programa consiste en que tu pagas un café para alguna persona en situación de calle, y al cafetería se compromete a servirselo a cualquier persona en esa condición que lo solicité. Además, ellos duplican tu aporte. Eso me parece algo genial.
Además, está junto a unos cines, así que puede ser el complemento d euna cita perfecta, que incluya paseo por el zócalo, cine y café.

Visité este lugar en plan de cita y me encantó, es igual pequeño (creo que tengo obsesión por lugares pequeños), pero en cuestión de carta no, ya que tienen variedad de bebidas, no sólo café, además de postres y algunas cosas para picar mientras estás ahí.
De verdad me pareció muy romántico, muy a gusto para platicar o aplastarte en los sillones, sólo hubo un inconveniente ese día y es que al ordenar nos dijeron que ya cerrarían cuando estuvieran las bebidas, pero que nos las podían dar para llevar a lo cuál accedimos.

Este lugar lo puedo definir como tranquilo, de buen gusto y sobretodo acogedor. No necesitas necesariamente visitarlo en plan de romance o para echar chisme con alguien, simplemente con el hecho de tener el deseo de disfrutar un buen café acompañado de una buena lectura es razón suficiente para visitarlo.
Aunque el lugar ya está prácticamente a un paso del zócalo, ni el tráfico ni el movimiento diario de la ciudad hace que pierda su tranquilidad. Puedes pasar por ahí y estar más de una hora sentado sin que nada ni nadie te moleste, es como encontrar la paz contigo mismo de manera plena.
Otro punto a su favor son los postres, nada mejor que un café acompañado de un rico pastel. Al parecer no son pasteles adquiridos en otros establecimientos, sino que ellos mismos los elaboran.
Así que si buscas un momento de paz y tranquilidad, o simplemente tienes muchas cosas que pensar, este lugar te ayudará en mucho a poner en claro tus ideas.

Aun recuerdo que la primera impresión de este sitio fue que era un café para viejitos (o al menos esa impresión me dio cuando lo vi en Plaza Dorada), siempre estaba lleno con gente de trajes y un ambiente formal.
Con el paso del tiempo y conforme iba creciendo me di cuenta que no era un café para viejitos, solo era muy formal o romántico, cosa que después fue completamente de mi agrado, con esa calidez que ningún otro sitio tiene. Es una cafetería que no solo ha sobrevivido a los años y cambios de la gente en cuestión de gustos, si no, que también al bombardeo de las cafeterías comerciales que rodean la ciudad.
De verdad si de un café con historia se habla, definitivamente este es el sitio indicado para inundarte de recuerdos, a un buen costo y un lindo ambiente.

Lo que más admiro de Wimpy’s es su historia. A finales de los treintas, a alguien se le ocurrió abrir una fuente de sodas en Puebla, imitando el modelo gabacho de hamburguesas y malteadas. De ser la supuesta primera fuente de sodas en Puebla, pasó a ser el primer lugar en la ciudad con cafetera de palanca, así que fue pionero en servir capuchinos y espressos. Quien quería una de estas bebidas, tenía que venir al centro de Puebla para probarla. Me resulta conmovedor que con la vorágine de franquicias salvajes, lugares como el Wimpy’s resistan y se defiendan. No quedan tantos lugares así.
Historia aparte, el lugar actual (en donde llevan 9 años) es muy acogedor –hay libros, hay música bajita, hay internet-​, los dueños son gente muy amable, y el café es riquísimo.

Bueno, si estás aquí ya te habrás dado cuenta de algo indispensable, y si estás en la zona te darás cuenta de algo relevante, como les digo, la fachada ya no es atractiva, incluso se ve viejona y eso la verdad sí puede demeritar muchísimo la cafetería como tal porque es lo principal para que un negocio te llame la atención, ¿a poco no?
Aunque hablando de lo mero bueno, o sea el café, es delicioso, la verdad muy poco conocido en la zona pero es buenísimo, la calidad del grano que tienen me dijeron que sí es de primera y que por eso los precios no eran tan baratos, aunque aún así son un poco más bajos que cafeterías de grandes cadenas.
Un café latte es la excelente opción, aunque si no eres muy cafetero puedes pedir una tisana, de verdad los sabores que manejan los recomiendo mucho, un lugar pequeño pero con toda la comodidad por dentro como para pasar un gran ratote de diversión.

Este café es muy sencillo. Aquí no hay lujos extras, ni nada por el estilo. Su servicio es bueno y eficiente, además de ser un punto accesible por su ubicación.
Lo mejor de este lugar son los biscochos. No soy fan del café pero con té me es suficiente. He venido aquí varias veces y nunca me he sentido defraudado ni con lo que pido y mucho menos con el servicio.
Pero no todo puede ser excelente, el café es pequeñito y es común no encotrar mesa si vas a una hora en la que a todos se les ocurrió ir a tomar un café. Aún así ten mucha paciencia y espera que te gustará.

Me gusta éste lugar como para ir en plan de romance o date, es muy intimo y romántico. desde la iluminación, la decoración, etc. todo me hace referencia a eso.
tienen gran variedad de bebidas y cafés, también tienen cosas de comer y sobre todo deliciosos pasteles.
me gusta sentarme en la parte de arriba ya que es súper a gusto para echar la platica y regularmente no hay mucha gente.
los precios están bastante bien pues no es para nada caro.
Fer :)

Cuando estaba en la preparatoria frecuentaba mucho este lugar con mis amigas y más cuando estábamos en exámenes, salíamos de la escuela y nos íbamos a disfrutar de un buen desayuno y después nos echábamos unas chelas (por aquello del estrés escolar ya saben), creo que de las cosas que más nos gustaban aparte de que todo está muy rico era lo tranquilo de este sitio, pues el lugar es pequeño y en las mañanas no hay mucha gente lo cual es ideal para ir a platicar o porque no a estudiar.
Otro punto a su favor es lo barato pues no necesitas mucho dinero para ir a disfrutar de las cosas que venden aquí, y sin duda la ubicación pues se encuentra a unas cuantas cuadras del zócalo, lo que lo hace ideal por si te picas y quieres seguir bebiendo puedes salir y encontrar algún otro establecimiento rápidamente o por si saliendo tienes ganas de dar un paseo por el centro.

Si quieres disfrutar del mejor café de grano y de las galletas más ricas horneadas diariamente, date una vuelta por Wimpys, un café que funciona en la ciudad de Puebla desde 1939. Situado inicialmente en la avenida Reforma y ahora en la 7 poniente, frente a la iglesia de la Purísima Concepción, en el centro de la ciudad de Puebla, es un café de excelente cuerpo, en el que me ha pasado varias veces que yendo hacia el zócalo sobre la 16 de septiembre inevitablemente doy vuelta y paso «rapidito» por un café, el olor te jala. Una de las personalidades de las letras poblanas que iba diariamente, era el maestro Aguirre Beltrán, Director de la Biblioteca José María Lafragua de la Universidad Autónoma de Puebla, con quien podías establecer largas y enriquecedoras charlas, desafortunadamente ya falleció pero ha quedado su recuerdo al oler el café tosado del wimpy´s. La atención es muy buena.

Wimpy’s es ideal para leer y platicar con tu pareja. Es un lugar pequeño con un ambiente confortable y amable; propicio para estar un momento tranquilo y relajarte de todo.
Tiene una amplia gama de postres, de hecho una conocida hacía postres para el lugar y varias veces tuvo que mejorar la receta porque a Wimpy’s le gusta que los postres que exhiben sean de calidad para los clientes.
Otra de las maravillas que tiene es que ellos te proponen lecturas en su estante. Desde revistas serias hasta lecturas que puedes iniciar por gusto y después seguir yendo a continuarla.