El Sueño

Me encanto el servicio, el concepto del lugar está increíble y todo está súper bonito. Los desayunos deli! Lastima q no me dio tiempo de probar los masajes, pero muy recomendado

This place has so much potential: nice colonial building, nice bar and rooftop, a good menu with acceptable prices… but they need a chef and an experienced bartender. I was here with my boyfriend and a friend for diner in the middle of the week. The food and service were just ok… The drinks were waaaaaay too sweet!
With such a beautiful name, I was disappointed: my dreams of having a delicious diner vanished after the first sip and bite.

La historia de esta casona del siglo XVIII la ha llevado a ocupar el vestido de vivienda colonial, de escuela, de vecindad y ahora, desde el 200, de hotel+spa. La casona y el trabajo de restauración y remodelación que han hecho los dueños es impresionante. Como muchos aquí, yo la conozco como visitante no como huesped, y he quedado igual de enamorada que muchos de los que pasan días aqui. Me gusta mucho su homenaje a las soñadoras. Cada cuarto lleva el nombre de una de ellas y está diseñado conforme a la obra o trabajo de la soñadora: Tina, Tamara, Dolores, Frida, Leonora, Lucha, Remedios, Alfonsina, Isadora. Se puede contemplar la belleza del hotel visitando sus restaurantes, La Pileta y La Tentación, que ofrecen una variedad de platillos únicos, reforzando la propuesta de mezclar tradiciones de El Sueño

Si vienes a Puebla de turista y no estas limitado en el gasto, este hotel es una buena opción a considerar. El hotel es bonito y las habitaciones son amplias, la ubicación es perfecta, está en el mero centro histórico, de donde te puedes mover a realizar muchas diferentes actividades turísticas.
Yo conocí este hotel por que vine a pasar la noche aquí con mi novia, vinimos a dejar que nos consintieran, y vaya que lo hicieron. Pasamos al spa para un delicioso y relajante masaje, ellas se hizo tratamientos de belleza con mascarillas y cosas así a parte del masaje, luego un temazcal. Después pasamos la noche en el cuarto, tienen room service, así que ni si quiera fue necesario salir.
El servicio en todas sus áreas es excelente, pero caro.
Sólo nos alcanzo para dejarnos consentir un día, pero que día !!!

Otra gran casona del centro de Puebla a la que tras una restauración y adecuación quedó como un hotel y spa con un concepto único. Se centra en personajes femeninos de la cultura mexicana a las que se refiere como soñadoras.
Por ello cada habitación alude a alguno de estos personajes desde Frida, Sor Juana, Alfonsina, Leonora y varias más.
Las habitaciones son muy cómodas y ofrecen todos los servicios que deseas de cualquier hotel. Y el spa está muy completo, tiene hasta temazcal.
El restaurancito es muy bueno, una lástima que sea tan desconocido porque de verdad está muy bien, lo mismo la pileta que la terraza salón. Excelente lugar para pedir vino porque tienen una buena cava.

No creí que este hotel era tan bonito, pero me di cuenta que tiene su encanto. En una ocasión que visité Puebla tuve que hospedarme aquí por recomendación de un amigo, la verdad es que fue muy grata experiencia.
Tiene todos los servicios y la atención es de primera, además de que es un lujo hospedarte en sus habotaciones, definitivamente llenas de un aire retro que harán de tu experiencia una de las mejores.
Si deseas que tu estancia en el Sueño sea también más que comfortante, entonces tienes que recurrir al servicio de spa que aquí se ofrece. Definitivamente tiene todo lo que cualquier hotel de cadena te ofrece, pero este tiene un encanto muy especial.
Además de todo la ubicación es excelente, a tan sólo unos pasos del Centro Histórico poblano, ¡qué mas puedes pedir!

Un hotel que no le pide nada a muchos de la zona. No necesariamente se tiene que ir a hospedar uno ahí para que pueda observar esta maravilla de hotel. El lugar es como muy rustico, hay patios, hay terrazas, las habitaciones son hermosas y muy altas, en algunos espacios unas lámparas maravillosas ¡ah! y por ende el hotel es un poco costoso, pero neta vale la pena. El hotel se encuentra a unas cuantas calles del Centro Histórico de Puebla, además de la variedad de acabados y diseños con los que cuenta, tiene una cafetería que es exclusiva para aquellos que se hospedan allí. Cuenta con su propio estacionamiento (muchos hoteles de por ahí no tienen).
Desde el inicio hasta el final todas las personas que trabajan ahí se encargan de hacerte sentir como en casa, siempre tratándote de la mejor manera y mostrando su mejor cara. Cuenta con servicio de Spa.

Ubicado en el mero centro de Puebla, este bellísimo hotel de lujo es la mejor opción para llegar a conocer la ciudad. El lugar tiene una decoración y estilo únicos, es muy grande y tiene muy bonitos rincones para desayunar, tomar un cafecito, o cenar elegantemente con alguien.
Para las damas, existe la opción del spa, donde hay todo tipo de masajes y tratamientos. Yo no fui a checar esto último pero una amiga regreso con cara de que había regresado del paraiso, me dijo que se la pasó increíble.
Los cuartos están muy padres, con decoración muy de la época colonial, si les gusta este estilo de decoración aqui se la van a pasar encantados. También pueden recorrer el zócalo, esta muy cerca para ir caminando, o si llevan coche el lugar tiene estacionamiento propio, así que olvídense de andar buscando dónde dejar el coche, ya que por la zona es difícil.

Aunque nunca me he hospedado en este hotel, me parece uno de los más bonitos de Puebla. Las dos veces que lo he visitado es porque tenía amigos que estaban hospedándose ahí. Es realmente una belleza de lugar, con diferentes patios y terrazas, y habitaciones con una decoración exquisita. Como cualquier hotel boutique de alto nivel, no es nada barato, pero es uno de esos lugares que valen lo que cuestan.
Además está ubicado en pleno centro de Puebla, lo que hace que sea un punto sumamente práctico para visitar la ciudad, paseando a pie por las calles del centro, sin tener que subirte al coche.
Así que definitivamente recomiendo este hotel, para pasar un fin de semana en el corazón de esta ciudad, y disfrutar de la maravillosa arquitectura que ofrece el centro, descansando en un hotel de lujo.

Un hotel de lujo que hasta spa tiene. Yo les puedo decir que desde el primer momento en el que entré a este lugar me enamoré, y ni sabía que tenía spa, y es que la decoración es como Colonial, no sé muy bien de arquitectura, pero te das cuenta de que pasarás unos días de lujo. Bueno, cabe aclarar que para pasar un fin de semana romanticón también es excelente opción.
Prueba el spa, tienen masajes y tratamientos de todo lo que te imagines, obvio con costo extra, yo lo que les puedo recomendar es el tratamiento de masajes con aceites relajantes, te viene muy bien aunque sea una vez al año.
El trato es de primer nivel, tienen estacionamiento propio por lo que no tendrás que salir para ir por tu auto, cuentan con servicio de cafetería, aunque es básico, y la verdad prefiero salir a comer a los restaurantes que están a la redonda, la pasarán muy bien aquí.

En una casona del siglo XVIII se encuentra este encantador hotel y spa, en el cual, desde que entras te estarás mágicamente instalando en un sitio sitio que te hace soñar con los ojos abiertos; conserva matices barrocos y en un muy honesto homenaje, cada una de sus suites tiene nombres de mujeres que han cambiado el mundo con sus sueños como Alfonsina, Viridiana, Remedios, Leonora, Toña, Isadora, Miroslava, y muchas más, cada suite con las tonalidades y rasgos que Héctor y José Luis (propietarios) han seleccionado minuciosamente, evocan el perfil y temperamento de las soñadoras que dan nombre a esos espacios. Me encantó hospedarme en la Suite Sor Juana, una maravilla el secreter en que al sentarte las letras fluyen con delicadeza. Tal vez algún día me decida a enviar la emotiva carta que escribí esa noche entre sueños.
Te consienten en todo momento, me tocaron detalles encantadores: fruta como bienvenida y un par de martinis cortesía de la casa, deliciosos; he regresado varias veces aunque ya no a hospedarme, es buenísimo cenar en el patio de la pileta porque tiene un ambiente íntimo y confortable que hace que una sencilla conversación se convierta en un momento especial. Su cocina es fusión, es todo un sueño hecho realidad. No dejes de ir a probar los martinis, que a mi gusto, son los mejores de Puebla.