Kozak

Este es un excelente sitio para conocer la gastronomía rusa y ucraniana. Los dueños son lindísimos y se nos el cariño que le integran tanto a la comida como al local, que es pequeño, cálido y acogedor. Los platillos van desde ligeras sopas y ensaladas –como el borscht, una sopa liviana de betabel– hasta los fuertes platillos de carnes y papas, que dan calor en el frío de las estepas y los bosques boreales. No dejes de probar los postres: hay un pastel delicioso de miel con crema que por sí solo amerita el viaje. También hacen postres y bocadillos sobre pedido.

Nadie se imagina que Puebla aloja un gran restaurante donde probar cocina rusa y ucraniana. Digo probar porque me imagino que a este lugar llega mucha gente primeriza. Ubicado entre una tamalería y una estética, es un restaurante chiquitito y nada pretensioso. Todo es muy íntimo aquí: el trato con el dueño, las tres mesitas que componen el lugar, la familiaridad con la que te preguntan algo desde la cocina, la extraña y florida decoración. Además de la carta, donde la mayoría son platillos rusos y ukis, hay un menú del día que cuesta 60 pesos. Un excelente precio para degustar de platillos muy distintos a los acostumbrados.

Jamás había probado la comida rusa ni mucho menos la ucraniana pero por azares del destino descubrí este lugar mientras caminaba, la verdad es que fue una de esas gratas sorpresas que de pronto aparecen, empezando porque me permitió probar una nueva comida y después porque la comida es simplemente deliciosa, obviamente es una forma muy distinta de entender la comida a como estamos acostumbrados, a veces con muchas verduras y otras con muchas calorías pero todo muy muy bueno.
Si quieres probarlo pero no sabrías qué elegir puedes visitarlos de lunes a viernes en la hora de comida y tiene un menú de dos tiempos que te facilitará la elección y te permitirá probar su comida, describirla sería insensato de mi parte pero lo podré en perspectiva, la ensalada rusa que yo conocía ni siquiera es la original pues aquí tienen la original con huevo y salchicha, distinto sí, pero delicioso.