Gasolinera Bautista

Esta gasolinera es la más frecuentada por los habitantes de la ciudad, por varios motivos.
El primero es que está excelentemente ubicado, en algún momento del día se pasa por ahí o al menos se está cerca.
Al tener tantos años en el mercado se volvió el lugar de confianza para los usuarios (yo, por ejemplo) y es que en ningún otro lado la aguja sube tanto como aquí, mi bomba favorita es la última de lado derecho, ya es costumbre que siempre cargue ahí casi no se llena y cuando pago con tarjeta la comprobación es más rápida ya que a veces tienen que ir a la oficina a hacer la validación.
El trato de los empleados es bueno y rápido, no tardarás mucho sí es que no es quincena o víspera de incrementos, hay una bomba de aire donde puedes hacer uso gratuitamente (yo hasta mis bicicletas paso a inflar ahí).

La más concurrida creo yo, por lo que es la Carretera Internacional, y un punto donde todo mundo se desvía de esta avenida a Camino Nacional. Aqui tiene algo en partícular que me gusta mucho: para checar el aire de las llantas lo tienen pegado a la barda algo muy útil para no estorbar o perder tiempo a otras personas que llegan a llenar el tanque, porque hay otras gasolinerias que para checar aire o agua esta pegado a la bomba de gas, y ello consume tiempo de espera a muchos otros.
También es un punto donde puedes observar el tráfico desde ahi s epude ver si ya «bloquearon» el IEEPO y desprenderse rápidamente por las vías alternas. La calle que viene de Camino Nacional es muy angosta y se llena rápidamente de autos cuando hay bloqueos.
La atención es como cualquier gasolinería en Oaxaca, llegas, pides el tipo de gas, checar siempre que marque ceros para que no nos cobren de más, y por cierto, creo que es de las pocas que no salen boletinadas por fraude.

Esta es una de las gasolineras en donde le gusta cargar «gas» a mi papá, desde pequeñas recuerdo que veníamos y mientras él checaba que le cargaran gasolina al auto, nosotros nos entreteníamos con los vendedores de ates (si, vendían triangulitos de ricos ates de guayaba, fresa, tejocote, etc, lugar raro para vender algo de comer, pero eran deliciosos) y con los vendedores de almendras garapiñadas que aprovechaban que el auto estaba parado para acercarse y hacer su venta. Esos tiempo de la «nova» y la «magna» ya han quedado totalmente atrás y la gasolinera se ha modernizado y los vendedores de ates y almendras se han ido a vivir en mis recuerdos.
Esta gasolinera es una de las pocas que he visto en la ciudad en la que aún todos sus despachadores son hombres y además usan casco de seguridad. Al parecer este trabajo a ultimas fechas se ha vuelto también accesible para las mujeres, aunque aquí puro hombre atiende, (no tiene nada de bueno o malo, solo es una observación) son muy amables, siempre saludan, despachan y si notan algún desperfecto con las llantas o algún detalle del auto te hacen la observación dando pie a que te ayuden a solucionarlo si es algo sencillo, como falta de aire en las llantas o algún aditivo para la gasolina.
Si deseas facturar y ya eres cliente puedes pasar a su oficina para que te den un numero de cliente y en visitas posteriores puedes facturar en la bomba con el despachador.
Si tienes algún apuro y necesitas el baño, siempre están disponibles para los usuarios de la gasolinera y lo mejor, su servicio es de 24 horas, aunque no te aconsejo ir muy en la noche ya que a esa hora cargan disel los camiones y el acceso tiende a ser complicado.