En la misma calle hay cerca de 5 tiendas de ropa de producción independiente, pero Bona Estación no pasa desapercibida. No es que tenga una arquitectura especial, pero es la única con un enorme signo de admiración en la fachada(!), detalle que me llamó la atención aún antes de conocerla formalmente. No sabía cómo se llamaba la tienda ni como referirme a ella. Cuando por fin tuve el tiempo de asomarme a su interior me sorprendí de nuevo. Como buscando alimentar mis vicios más profundos, Bona Estación tiene un pequeño café en la entrada de la tienda, atendida por el buen Bobby. El café o es una maravilla, pero es un(gran) punto extra si tomamos en cuenta que el local no es una cafetería. La tienda es independiente. No esperes encontrar marcas reconocidas o diseños muy estrictos. Al contrario, la gama de estilos, colores y formas en los diseños amplía en gran forma la gama de gustos y la variedad de ropa en las tiendas de la región. Ropa de mujer y de hombre con estilos juveniles, vintage, y accesorios de diseñadores independientes llenan los estantes de Bona Estación. Es un respiro en la ciudad, tanto en estética como en ambiente. Y tienen café…