Este negocio me gusta mucho porque es donde enmarcan todas las cosas hermosas de nuestras vidas: fotos de bodas, de quince años, de bebés recién nacidos, de la novia guapa para regalarle al novio orgulloso y enamorarlo, de los abuelos para los nietos, de los nietos para los abuelos, el diploma del graduado, el sufrido título de la universidad para lucirlo en la oficina, en fin, todas las personas y los reconocimientos que no nos cansamos de ver día tras día. Aquí se encargan de todo, tienen marcos delgaditos, gruesos, de madera, de metal, de todos los colores que tú quieras, les colocan el vidrio y te dan a escoger entre marialuisas de todo tipo, del ancho que mejor convenga según sea el caso, y si eres como yo, poquito indeciso y sin sentido de la decoración, ellos te ayudan y al final parecerá como si tú lo hubieras diseñado solito, lo cual es bastante genial. Solo tienen 20 años haciendo su trabajo, así que tú confía.