Gemelli

Sorprendentemente muy rica pizza y pastas, buen servicio y rápido! Lo único que no fue de mi agradó fueron la Sangría preparada. La lasgna esta muy sabrosa, de los pocos lugares que eh probado una lasagna tan rica en la ciudad con precios muy accesibles

Gemelli es otro restaurante italiano de la ciudad que a pesar de que tiene ya muchos años (dicen mis padres que ahí iban de novios, ya llovió) y está en la zona centro, lugar no muy común para ir a cenar en familia o amigos.
Di con este lugar por una red social, al parecer el restaurante se anuncia en la red social azul que tanto roba tiempo a la gente hoy en día. Varias veces me habían salido fotos de sus platillos que en verdad se veían deliciosos por lo que un día antes de ir a un bar le dije a mi amiga que pasáramos a ver qué onda.
No nos fue difícil dar con él ya que está muy bien iluminado (y era el único lugar abierto a las 9:00pm para comer en esa zona), cuando entramos pensamos que ya iban a cerrar porque estaba vacío pero aún estaba dando servicio. El lugar es algo viejo pero eso le da cierto estilo como campirano italiano (o al menos así hice mi relación entre las películas que he visto y el lugar).
Pedimos una pizza para compartir, pasta y ensalada. La masa de la pizza es tradicional y los ingredientes fueron los clásicos, el sabor estaba rico y la jarra de sangría sabía bien.
Fue como si hubiéramos hecho comida italiana en casa, la verdad no fue nada extraordinario pero está económico y agradable por lo que sí vuelvo de vez en cuando a comer.

Cumplí 22 años y descubrí dos cosas que me avergonzaron totalmente, que si hubiera sido una samurai, hubiera practicado el harakiri conmigo. La primera es que jamás podré morder un chile en rojo sin lloriquear antes como nena, y la segunda es que nunca había probado una lasagna, ante la confesión mi madre, tan buena como siempre, me obligó a morder un chile entero, y con respecto a la segundo, me llevó a Gamelli, donde señores, sirven una lasagna deliciosa.
Es súper económica y es receta original, sin contar que la atención es súper chévere, te siguen el rollo de la cura que te botes. Además de una de las mejores lasagnas –porque ya he probado más– que he comido, también venden deliciosa pasta y, su especialidad, pizza al gusto. El negocio tiene varios años trabajando y se sitúa en el mismo sitio desde siempre, no por nada mi madre me llevó ahí y no a otro lado.
Les recomiendo, obviamente, la lasagna, la pizza especialidad del chef. Y que vayan los fines de semana que es cuando está el ambiente, aprovechen a tomarse una cerveza y tomarse una foto con el burro zebra.