Desde que abrieron este lugar me llamó mucho la atención que hubiera una barbería o salón exclusivo para caballeros. No los culpo, como hombre debe ser intimidante entrar a una estética repleta de mujeres que no dejan de hablar, en donde están pasando la novela de moda y que está lleno de productos y accesorios diseñados para el sexo femenino. Me parece una gran idea que cada quien se vaya por su lado. Y es que en serio, cuando he llegado a acompañar a mis hijos, me llama la atención que todo está en silencio, nadie dice nada, ni el peluquero que con gran habilidad saca la navaja para recortar hasta el más invisible bello bajo la línea perfecta de las muy delineadas barbas, hasta los clientes, hombres al fin, que hablan poco o nada, tanto a los que atienden como los que esperan leyendo revistas de negocios o el GQ o el periódico o cosas así de hombres, nada de interés como la Cosmopolitan o la Vanidades o ya de perdis el TV Notas, nada de eso. Este es lugar de testosterona y está bien, se vale, la atención es excelente, el decorado sobrio y muy sencillo y es para caballeros. Ofrecen corte de cabello, de barba y bigote, manicure y pedicure, también tienen un programa de puntos para clientes frecuentes. Si eres hombre y andas en busca de un lugar solo para ti, ya sabes.