Super Lava

Cuando mis papás recién se divorciaron, mi papá la hizo de hombre independiente y lo ví darse de topes contra la pared muchas veces; una de esas veces donde la vida te pone a prueba es en cosas tan sencillas como lavar tu ropa.
Esta lavandería tiene muchísimos años y algunos de sus clientes llevan la misma cantidad de años asistiendo a este lugar cada fin de semana. Esta lavamática esta sobre el Blvd. Insurgentes en una plaza muy concurrida por su mercado pero apenas llegas a la plaza comienzas a oler el jabón, suvitel y el vapor que despide este lugar.
Recuerdo que cuando era niña y acompañe a mi papá a lavar ropa, era toda una cacería encontrar carrito donde mover la ropa, apartar lavadora y que nadie llegara a darte gane y lo mas divicil aun, la secadora; esas si son guerras, mira que meterte con una ama de casa furiosa no es cosas sencilla.

Hoy estuvo nublado y tenía que tener ropa limpia, así que me dispuse de ir a la lavamática y disponer exclusivamente un par de horas para dejar la ropa limpia y seca.
Al llegar al mostrador la señorita que atiende se ofreció muy gustosamente a dejar la ropa para que ella lo lavara, dije entre mí mismo… wooow… ¡me la llevo! –es broma–
Me agradó el servicio, pues, si uno es una persona aún más ocupada uno puede dejar su ropa y al regresar ésta estará limpia y seca.
Sin duda alguna es de mis negocios favoritos no solo porque se va a lavar, si no también porque haces amistad con las personas que están en las mismas condiciones, es divertido.
El negocio cuenta con estacionamiento y hay vigilancia, si uno dispone de tiempo es el lugar ideal para leer un libro y para conocer gente, es bueno relacionarse.
Recomiendo ese lugar por los buenos tratos, el servicio y lo económico.