Esta taquería tiene muchos, años recuerdo que cuando era pequeño mis papas saliendo de trabajar nos llevaban a esta taquería ya que en aquel entonces el taquero era amigo de mi papá, y nos daba precio especial. En la actualidad ya cambiaron de dueño y ya no voy con mi familia, ahora con quien voy es con mi novia ya que vive muy cerca de ahí, a ella le encantan los tacos de adobada y dice que le gustan mucho los de ahí, aunque yo prefiero los de asada. Además de tacos también venden ricas tortas y burros muy bien reportados, aunque considero que antes preparaban las cosas más buenas. Es una taquería ideal para esos días que vienes de fiesta con mucha hambre y llegas a cenar. El servicio es bueno y a pesar de que siempre tienen mucha gente te atienden rápido y los taqueros son muy amables y simpáticos.