Diversiones Moy

Hablar de Diversiones Moy es hablar de momentos muy atesorados de mi infancia. De toda mi vida he sido amante de los videojuegos, así que en mi adolescencia este era un Edén, con videojuegos por todos lados y el inconfundible sonido de las palancas y los botones que eran música para mis oídos.
Con el paso de los años me aleje bastante de este tipo de lugares, mas no de los videojuegos, así que mas tarde, hace un año en una de las salidas con mi novia buscamos salir un poco de la rutina y la invité a jugar un rato, no muy co9nvencida accedio.
Comenzamos con la mesa de Hockey, un clasico de estos lugares, lastima que no dure tanto. Despues nos pasamos a algo que era muy parecido a un simulador del Parque Jurasico, donde teniamos que acabar con dinosaurios, en esta ultima jugamos por un buen rato, hasta donde nos alcanzó el efectivo, para ser honesto nunca imaginé que podría llegar a divertirme con mi novia en un lugar como este, creo que todos deberían intentarlo de vez en cuando para salir de la rutina.

Hace un par de años. Lleve. Mis ahijados a estas maquinitas, yo iba con una amiga que había quedado de ver en esta plaza… Mis ahijados se divirtieron muchísimo ese día. Solo que si me gaste una lana jaja se picaron mucho con todos los juegos que había y ya no podía sacarlos.
Nos subimos a un juego que es como una cabina gigantesca. Por dentro tiene pistolas para cumplir con las misiones, mi ahijado me puso una buena arrastrada en este juego, los chavos de hoy ya son muy vivos para la tecnología, es imposible ganarles una partida jajaj
Es ideal para niños, te recomiendo que los lleves a pasar un fin de semana.

Este lugar de maquinitas me gustaba cuando era niño, ir y jugar, ganar tickets y cambiarlos por premios y ahora me gusta llevar a mis sobrinos para que se diviertan pero debo admitir que yo también me divierto mucho aún.
Tiene distintos tipos de maquinitas, las que dan muchos tickets, las que son juegos más interactivos y hasta una mini pista de boliche.
En los tiempos de secundaria era típico ir a jugar las famosas pump it up, nunca fui de los mejores pero me defendía.
Realmente es raro que puedas llevarte o ganar muchos tickets, aunque tuve la suerte de que llevé a un primo y sacó 1000 tickets en una ruleta, juntamos todos nuestro tickets y logramos comprar un juego de mesa, realmente los premios padres y otros no tan padres requieren de una cantidad enorme de tickets.
De repente tienen promociones que si le pones a tu llave una cierta cantidad de dinero ellos te regalan una parte proporcional.
No hay muchos empleados ahí y las máquinas suelen fallar o quedarse sin tickets lo que ocasiona que debas buscarlos para que lo arreglen o te den tus boletos y muchas veces están ocupados resolviendo otros problemas de otras máquinas.
Es un lugar al que debes ir con paciencia y no esperando sacar grandes premios a menos que tengas un golpe de suerte para llevarte muchos boletos.

Desde pequeña venía aquí a gastarme todos mis domingos, porque quería el peluche de las pistas de blue. Al final, después de tanta gastadora, lo conseguí. Me sentí la persona más orgullosa del mundo porque lo conseguí, aparte de en esos tiempos my no esta tan caro y la moneda mexicana no había caído tanto.
Ahora ya voy más grande de edad, y cambiaron el sistema, aparte de que ya tienen mejores paquetes para que no salga tan caro jugar. Lo que más me gusta es el típico jugo de Jurassic Park en donde matas a los dinosaurios o la batería de MTV. Lo recomiendo mucho para los niños, ya tienen mas áreas de juego para ellos, además de que destejan sus cumpleaños, jugar con los espejos o el boliche.
Cuando vas, te la pasas muy bien.

Todos recordamos que en nuestra infancia y parte de la adolescencia las Diversiones Moy eran sin lugar a dudas LO MÁXIMO, nada se comparaba con la emoción de sacar boletitos de la máquina al ganar en algún juego, sin mencionar que todos teníamos un amigo que le decían MOY por la similitud con el personaje que en algún momento adaptaron en su imagen.
Poco a poco fueron cerrando sucursales y el legado de Diversiones Moy se fue perdiendo, pero La Gran Plaza sigue albergando uno de estos divertidos lugares, pensado mayormente para niños de menos de 14 años (desde mi punto de vista). El lugar es algo chico comparado con otros pero está bien distribuido.
La última vez que fui había una máquina bastante llamativa, muy grande… Era una especie de tetris gigante donde podías ganar premios como iPads y ese tipo de cosas caras, pero el precio para jugar era de 50 pesos, lo cual se me hace un abuso.
El lugar tiene la gran ventaja que está dentro de la plaza y no sufres por estacionamiento ni nada por el estilo, y como está en el último piso, puedes pasarte a comer algo despues de jugar un rato, o ir mientras esperas que empiece tu película en el Cinepolis

Bueno, tengo que aceptar que me costo calificar a este lugar, pues bien he tenido excelentes vivencias, pero siempre con un pésimo servicio. Bueno simple vamos en compañía de amigos a este lugar y siempre jugamos todos los juegos, que te dan boletos para cambiarlos por dulces. Pero dos veces me paso algo increíble, la primera cuando llegamos compramos uno de los paquetes que se exhiben en una lona en la entrada, cosa que debes poner atención por que es la mejor opción de comprar aquí. Después nos lanzamos a un juego que son unos como mostraos en bicicleta en el cual pueden jugar cuatro personas si más no recuerdo, nos colocamos uno en cada uno mis amigos y yo, y cual va siendo mi sorpresa que rompo el recort, sacándome no solo 1000 boletos, si no un dedo con una vena reventada, pues en juego el muñeco no se mueve si no mueves una bola de plástico duro. En Fin eran 1000 tickets y gane el recort.
Otra vez, íbamos con niños y les dije que fuéramos para ganar el recort otra vez, claro para ver si podía, y bueno nos pusimos cada quien en un lugar y no lo logramos pero de todas formas la maquina da muchos tickets al primer lugar, cosa que no sucedió, tuve que ir con el gerente, el cual es la persona mas grosera y liliputiense que he conocido, en fin. Después de varios minutos, tuve que ir mejor con un empleado quien fue el que me ayudo, nefasto la verdad. Pero lo bueno es que uno de los niños jugo en la ruleta y saco 1000 puntos en esta, y con los tickets que ya habíamos ganado, pudimos llevarnos un juguete sin tener que poner ni un peso extra. La verdad es que es el sueño de cada niño poder ganar uno de los juegos que exhiben con un gran numero de boletos a cambio y esa vez lo logramos. A pesar del pésimo servicio nos fuimos al final felices.

Este es como el casino de los niños. aunque los adultos también llegan a enviciarse un poquito cuando traen a sus hijos o sobrinos, no lo nieguen. Se trata de un lugar con muchas «maquinitas» de juegos. Para poder utilizarlas primero tienes que intercambiar tu dinero por fichas y utilizar las que cada juego te pedía.
De niña, mi favorito era uno que parecía boliche, tenias que aventar una bola para que cayera dentro de tres círculos, uno grande, otro mediano y el último pequeño. Si le atinabas al más chiquito eran más puntos, y por lo tanto de daban mas tickets.
Al final, cuando se te acababan todas tus fichas tenías que juntar todos los tickets que ganaste jugando para poder llevarte un premio, como yo era muy mala casi siempre me llevaba dulces, ya que eran los más baratos.
Así puedes encontrar muchos otros juegos, como el bascket o las motos para realizar carreras. Antes eran muy famosos, pero hoy le falta un poco de mantenimiento y me da la impresión de que ya no llama la atención. Este Moy se ha mantenido gracias al boliche que metió y el laberinto de espejos, ya que atrajo gente que ese día se paseaba por la plaza.

A qué niño no le gustan los juegos? Recuerdo que el mayor motivo por el que íbamos mis papás, mi hermano y yo era por los juegos de Moy.
Lo que más me encantaba eran los carritos chocones, hasta mi papá se subía jajaja.
También habían varias actividades para pintar, pero creo que ya no están.
Mi hermano y yo seguido nos subíamos a la mini montaña rusa, que daba vuelta por todo el lugar. Lo mejor era juntar todos esos boletitos e intercambiarlos por algún premio.
Todavía veo que sus juegos son muy atractivos, lo que a veces he ido a probar de vez en cuando, son los videojuegos. Lástima que ya es muy caro todo, bueno, es que antes pagaban mis papás ¿verdad? Jajajaja
Pero fuera de broma, antes divertirse no era tan caro.

Diversiones Moy es un clásico en la infancia infantil tapatía.
Recuerdo con alegría cuando estaba en la preparatoria (sí ya hace varios, varios años) y mis amigos y yo nos hacíamos la pinta para ir a Diversiones Moy ¡uh! Que tiempos aquellos, lo más divertido de este lugar es jugar y jugar para acumular puntos que después intercambias por regalos, ya si no eres tan bueno para las maquinitas y no acumulas tantos puntos mínimo alcanzarás a comprar dulces. En mi época jugabas con monedas de Moy ahora todo es a través de la famosa llave de la diversión: la llave de Moy.
Últimamente he asistido a Diversiones Moy para llevar a mi sobrina a los juegos, me parece un lugar muy agradable y con variedad de juegos para todas las edades, cómodo y económico si es que tus hijos no son tan adictos a los juegos. Lo que sí recomiendo es que si vas en fines de semana y si tus niños son muy pequeños no los pierdas de vista para nada y que acudas detrás de ellos y con ellos a cada juego porque el lugar se llena con una o dos fiestas infantiles y con los niños que asisten así es que por seguridad y precaución no corras riesgos.

Cuando era niña, no podían darme mejor diversión que traerme a Moy, un espacio de maquinitas y juegos para chicos y grandes.
Durante un tiempo, además, fue instalada aquí una ludoteca done a mi hermana y a mi nos encantaba pasar horas y horas. Estaba ambientada como una Ciudad Infantil, recuerdo que había un pequeño hospital, un restaurante y hasta una fábrica de Pelón Pelonrico, donde uno podía hacer su propio dulce según sus preferencias. El lugar era tan grande que había un puente que conectaba un piso de la tienda con otro.
Lamentablemente hace tiempo quitaron la ludoteca y ahora ese espacio se convirtió en un casino, y el Moy se quedó nada más con su espacio original, con unas cuantas maquinitas de lo que alguna vez fue y abrió un espacio con una casa de espejos.
A pesar que este tipo de sitios ha ido perdiendo popularidad –o será que por la edad ya no los frecuento como antes– este Moy ha logrado perdurar, teniendo todavía gran afluencia de gente y buena calidad en sus atracciones.

Diversiones MOY fue durante mucho tiempo el paraíso para los niños que no teníamos videojuegos en nuestra casa. Además antes no era tan común que todos los niños tuvieran nintendo, o play, o game cube, gameboy, etc. Así que a veces nos la pasábamos ahí en compañía de los amigos de la cuadra.
Creo que este MOY es el único sobreviviente, y es que anteriormente había en todos los centros comerciales, pero han ido desapareciendo. Incluso este sigue estando en buenas condiciones, porque había unas sucursales en las que, además de que no había gente, los juegos estaban en mal estado y sólo había uno que otro operador.
Lo bueno de aquí es que además de tener unos juegos muy bien cuidados y tener clientela, venden palomitas; así que puedes estar en el centro comercial viendo algunas otras cosas y comer palomitas de MOY.

No puedes sacar a los niños de éste lugar! El lugar de juegos y máquinas de premios, preferido por ellos. Recuerdo que llevaba a mi hijo cuando era más pequeño, primero corría emocionado y me pedía dinero, íbamos a comprar la «llave» para recargar crédito y tuviera acceso a todos los juegos, como siempre estaban llenos, mientras, jugaba en los que quedaban solos, pero se acababa el crédito y otra vez a recargar saldo!!! Hasta que los recorría todos, jugaba en todos, en algunos yo podía acompañarlo y jugábamos juntos. Las máquinas premian con boletos los cuales se canjean por dulces o juguetes.
Es un lugar muy divertido para los niños, y para los papás no tanto, te recomiendo que lleves zapatos cómodos para esperar a que terminen los niños de jugar, no hay sillas o bancas para descansar y esperar. Los precios son un poco elevados, venden alunas fritangas dentro del lugar.

Los juegos de Moy son una parte importante de mi infancia, debido a las horas y horas de diversión que pasé en pleno estado de éxtasis y diversión. Hoy en día es imposible pasar frente a estos juegos y no sentir una punzada de dolor por ver en lo que se ha convertido y el peque espacio en el que finalmente se ha reducido.
Cuando estaba de vacaciones de verano era una parada obligada venir a este mini parque de diversiones, porque aunque hoy parezca imposible, al principio de sus tiempos había una montaña rusa mediana en su interior. Me subí como mil veces en ese juego. También tenían un área donde hacer manualidades y podías llenar botellas con arena de colores y pintar cuadros de todos los colores mientras l lienzo giraba. ¿Cómo olvidar las famosas llaves de goma que comprabas para poder jugar y que jurabas no perder pero que al final siempre que volvías tenías que adquirir de nuevo porque efectivamente la habías perdido?
Después de tener el mismo concepto por muchos años decidieron darle un plus a todo y se extendieron hasta algunos de los locales aledaños, para formar un área dedicada enteramente a niños, en donde podían jugar a ser adultos, en el hospital, la fabrica de dulces, la escuela y otros oficios. Se había convertido en una especie de «Ciudad de los niños». Me imagino que por este entonces fue cuando un nuevo dueño se hizo cargo de las atracciones, ya que comenzaron a aparecer unas tabletas blancas protegidas con plástico por las paredes del lugar. Cuando le pregunté a uno de los encargados de qué se trataba aquello me dijo que en la religión del dueño esas tabletas era para la protección y buena suerte. Fueron años después que aprendí que esa era una tradición entre los creyentes del judaísmo. Muy interesante ¿no?
Sin embargo la ciudad de los niños no prosperó y regresaron de ocupar casi un cuarto de piso superior a su tamaño original, solo que en esta ocasión la dividieron y dejaron solo la mitad de juegos y maquinitas mientras que la otra la destinaron en hacer un laberinto «submarino», lo cual resultó se una casa de espejos no muy exitosa tampoco.
Hoy solo queda el un espacio muy pequeño con unas cuantas maquinitas. Pero los recueros siempre han de permanecer.
Súper tip: puedes venir aquí a pasar un rato divertido en compañía en tu parientes pequeños, hijos, primos o sobrinos pero te advierto que posiblemente gastes unos cientos de pesos tirando de conseguir el peluche más grande de las recompensas disponibles. En el día del niño este lugar está a reventar. Aguas con tu niño, no lo vayas a perder.

Durante la secundaria y la preparatoria me hice adicta a los Pump It Up, conocidos coloquialmente como tapetes de bailar. Era tan fan que me sabía varias canciones de memoria, como la famosa de Beethoven o el CanCán. Hasta la fecha todavía me las sé esas canciones y otras. Duraba horas y horas jugando. La mayoría de las veces en un pueblo con mi prima, porque era mil veces más barato que Moy.
Sin embargo, Moy fue parte importante de mi desarrollo hacia los juegos. Pues aquí era el principal lugar al que venía a los tapetes. Ahora que estoy escribiendo de esto, tengo muchas ganas de subirme a un Pump It Up otra vez, probablemente lo haga pronto y actualice esta reseña.
Lo que pocos se acuerdan es de cómo era Moy años antes, pues ha tenido grandes cambios. Antes tenía una montaña rusa muy pequeña (para menores de cinco años) y alrededor, un castillo para princesas en el que te metías. Luego comenzaron a poner más atracciones y han ido actualizándose con los juegos nuevos. Es de los mejores que hay para divertirse y pasar un buen rato en la Plaza. Aunque también han ido aumentando los costos de los juegos. Y si te da hambre, venden papas y palomitas.

Esta cadena es una de las más viejitas que recuerde, ya que cuando era chiquita solía traerme mi mama aquí para jugar eh incluso llegue hacer fiestas infantiles con mis compañeritos. En esa época era el hit para mi generación ya que solíamos ir siempre la máquina de baile donde organizábamos concursos y quien llegara hacer menos puntos era quien compraba un dulce a los demás.
Sin embargo hoy en día para esta generación ya no es la sensación que causaba en otro tiempo, pero aún sigue funcionando por los diferentes tipos de juegos que tiene como maquinitas de luchas, hasta simuladores de autos y motos.
MOY que se encuentra ubicado en la Gran Plaza en el segundo piso no es muy grande pero tiene todos los juegos necesarios para que los niños se entretengan mientras que la mama y el papa haga compras dentro del mall.

Cada vez que paso por este centro de diversiones es inevitable recordar tantos episodios de mi vida, en primer lugar mi infancia, era clásico que los domingos saliéramos a pasar un rato en familia, comiéramos en alguna plaza y después ir ahí y terminar el día, aunque siempre mi hermano era el que conseguía más boletitos yo era la ganona: «a las niñas hay que consentirlas» me daba todos sus boletos y los canjeábamos casi siempre por algo que yo quería.
Ahí también fue una de mis primeras citas, para las niñas es lo máximo que nuestros novios se preocupen por pasar una tarde divertida con nosotras, así que apúntenle chicos.
Tiene mucha variedad en juegos, están las famosas maquinitas de todo tipo, balas, carreras, caballos etc. mis favoritos son los juegos en donde te mueves y puedes interactuar con los demás como canastas, boliche, o los tapetes para bailar.
Ahora también tienen una maquina que saca foto instantáneas con el efecto que tu elijas.
Y no te puedes salir de ahí sin comer sus famosas papas preparadas, son buenísimas.