Panificadora Catriel

En verano suelo pasar mucho tiempo en la casa de un amigo que vive por esta zona así que termino conociendo muchos locales de la zona. A esta panadería recurríamos siempre que pintaban unos mates con una buena ingesta de harinas.
El local es bastante cómodo, tiene mucho espacio para exhibir toda su mercadería. También tiene unas mesas para sentarse a tomar un café. Los precios son bastante baratos, al menos en lo que es facturas y criollos. Un gran plus: ¡está abierta las 24 horas! No hay horario para el consumo de carbohidratos amigos/​as, es un gran punto a favor esto.
Suelen tener además de las clásicas cosas que conseguís en una panadería otras cosas que no siempre encontras como budines, rosquitas de miel, tortas de hojaldre y demases. La atención siempre que fuimos fue muy buena y no suele haber mucha gente así que la demora no es un problema.
Recomiendo bastante esta panadería si andas por la zona a cualquier hora y tenes ganas de sacarte la gula o si tenes ganas de sentarte tranqui a desayunar o merendar y mirar la gente pasar por la avenida a través de esos grandes ventanales que hay en la puerta.

La panificadora Catriel es uno de los comercios más conocidos del rubro en el barrio Alto Alberdi, ya que hace más de veinte años que tiene sus puertas abiertas a los vecinos que compran a diario el pan y las facturas para su desayuno. En una época viví prácticamente al lado y todos los días compraba ahí. Las medialunas son una ruleta rusa, hay días que son deliciosas y otros días que tienen el mismo peso y consistencia que un boomerang australiano. El pan mantiene una calidad constante y las tortas son algo secas, más apetecibles a la vista que al paladar. La atención es excelente, he terminado conociendo algunas de las empleadas, por ir todos los días y son muy buena gente, súper atenta y amable, cero problema con el cambio y los vueltos. Las pizzas demoran un poco pero están buenísimas, las amasan y hornean a la vista. Además, hay pizzas enormes, para contentar toda una reunión familiar, especialmente cuando hay parientes de visita. Tengo buenos recuerdos de acompañar una taza de café con las masas rellenas con crema, los sábados por la tarde mientras estudiaba. No es el mejor comercio del rubro pero uno les toma cariño por la excelente atención y buen trato. Obviamente, los recomiendo.

La verdad no me gusto el lugar, quizás para entrar pedir unos criollitos o una media lunas e irte, pero en el local la cosa cambia.
Nos demoraron un montón, nos dijeron que iban a demorar un poco y si bien quien avisa no traiciona, la verdad es que demoraron un montón, no me gusto la no-​limpieza del lugar, Paredes sucias, cables colgando
El café con leche común, las gaseosas no muy frías, el tostado, un sándwich de miga común pasado por una tostadora que pareciera ser eléctrica, en fin, perdimos mucho tiempo la comida estuvo malísima, la atención justa por no decir que zafa o ni llega.
El local cambio mucho desde que le incorporaron el local del lado a una panadería chiquita en donde horneaban el pan ahí mismo, ahora se agrando, agregó mesas y no mejoro el servicio.
No no, será un no no la próxima vez que pase cerca y siga camino hasta la panadería independencia.

Hace como diez años que trabajo en una empresa ahi en pleno centro, dedicada a brindar servicios terciarizados de contact center.
Ahora mi oficina se mudó a Alto Verde. Igualmente a veces me toca ir a la casa central y esta mañana fue el caso.
Había salido tan temprano de casa que desayuné en Catriel. Y me sorprendió mucho cuánto había cambiado con el tiempo… Empezaron hace muchos años, al menos ya estaban ahí cuando yo entré a la empresa. Tenían sólo pan, criollos y facturas, y con los años fueron incorporando, por ejemplo, snacks para almuerzos. No era mucho pero ayudaba a variar el menú, con empanadas de todo tipo, y sandwiches de miga. Ahora qué tienen? Una cafetería amplia, con ventanales y esa iluminación que alegra la mañana (luz natural, siiii! No lámparas de luz tenue como si fuera barcito cervecero), desayunos rápidos y preparados a la vista. Eso me encanta, porque podes acercarte y decir: «quiero esa facturita con coco rallado arriba, si, esa al lado de la de crema
.y una medialuna salada por favor» porque elegís la mercadería que te guste. O bien, bueno, pedis el clásico desayuno completo con media lunas o criollos. También hacen tostados, pero eso quedará para mi próxima visita.
El completo cuesta $ 28, lo mismo que en otras cafeterías, y las chicas que atienden son divinas. Leer el diario o ver tele mientras tomas un cafecito… no hay otra cosa mejor a las 8 de la mañana!