103 de Santaló

Había escuchado hablar de este restaurante hace mucho tiempo, tenía ganas de ir y nunca lo conseguia ya que su ubicación no me resultaba muy atractiva.
El lugar es muy grande y espacioso, ofrecen menus y reservas para grupos; la decoración es muy acogedora y cuidada.
El servicio fue rápido y atento, cabe destacar que estuve entre semana y estabamos prácticamente solos.

Acudí a este local con motivo del 30 cumpleaños de una amiga. Su novio se había encargado de prepararle una cena sorpresa con todos sus amigos más íntimos. Estuvimos cenando en una sala privada, y seríamos alrededor de 16 personas. El restaurante no es muy grande y la decoración hace del lugar un sitio acogedor. Tiene dos plantas y en la parte de arriba encuentras varias salas. Algunas paredes tienen papel con dibujos y cenefas y hay también muchas lámparas. La comida estaba correcta, pero nada del otro mundo. El servicio estaba formado por todo un equipo de chicas, no había un solo camarero. En esta ocasión se había pactado con el restaurante un menú para grupos de 21,50 euros con 4 entrantes, 4 segundos y 3 postres a escoger. La hamburguesa «com deu mana» con queso y cebolletas confitadas estaba bastante buena. También entraba la bebida y servían «Vino Prioral DO. Catalina», ya fuera tinto o blanco. El precio me pareció más que correcto. Es súper difícil aparcar en la calle en esa zona, pero hay un parking dos calles más abajo.