Antigua

Un restaurant muy acogedor ubicado en una zona bastante buena si después quieres ir a tomar unas copas.
Es pequeño y la distribución hace que no sea muy ruidoso, lo que lo hace ideal para mantener una conversación.
La carta, aunque compleja porque cada plato está súper explicado (leer la carta puede ser un poco extenso) es buena.
Pedimos de entrantes para compartir una burrata que tenía tomate y pesto; la burrata estaba buena y el pesto me gustó que era suave y no mataba el sabor del queso, y pulpo a la brasa acompañado de puré; el pulpo bien cocinado. De plato principal pedí atún rojo que estaba muy bueno, porciones abundantes, muy bien presentado y muy fresco; realmente me ha gustado mucho.
De postre, helado de gin tonic, que al servirlo lo recían de ginebra.
El servicio me pareció más que correcto. Las recomendaciones fueron acertadas, amables, los platos servidos a tiempo pero sin prisa.
Es un poco caro, pero vale la pena.

Me ha encantado este sitio.
Le tenia muchas ganas ya que lo había visto anunciado en mas de una ocasión y siempre con muy buenas referencias y por sorpresa, sin esperarlo, me traen a cenar!!!
Me ha gustado muchísimo, su decoración intima y reservado, el tamaño del restaurante, no excesivamente grande y muy bien organizado, la atención esmeralda el personal por confirmar permanentemente que todo esta a tu gusto y no necesitas nada, pero desde la sombra, sin hacerse pesados ni interrumpir la velada, la luz tenue con la lampara en la mesa y las velas.
Precioso y perfecto para una velada intima.
En relación a la comida, nada que desmerecer al sitio. Excepcional.
El crocante de pulpo con espuma de patata, era delicioso y sutil. El steak tratar de buey al punto de picante que mas prefieras, muy bueno y abundante con el toque cítrico perfecto. El huevo de corral poché, crujiente de patata, cebolla caramelizada, sobrasada y aroma de trufa rallada al momento, super abundante!!. El atún rojo del mediterráneo sellado con semillas de cilantro, tremendo!
Una velada perfecta con una comida espectacular y un restaurante merecedor de las buenas criticas que tiene.
No puedo hablar de los postres porque acabé llenísima así que pedí café, pero los de la mesa de al lado tenia muy buena pinta así que visto todo la comida, presupongo que debían estar e vicio también.
En cuanto a los precios, baratillo no es precisamente, pero bien mereces un capricho de tanto en cuanto y este puede ser un buen sitio donde dártelo, ademas de tanto en cuanto encuentras alguna promoción online que te puede ayudar a no dejarte medio sueldo.

Es una experiencia gastronómica espectacular.
No puedo más que recomendarlo al 100% por cosas como servicio, local y ambiente, carta y sabor!!!
La verdad que de vez en cuando una se puede dar un homenaje e ir a este restaurante para mí es un lujo pero es que merece mucho la pena.
La calidad de la materia prima salta a la vista y ya en el paladar es una auténtica danza de placer. Por supuesto como todo antes ha de entrar por los ojos y la presentación es de 10.
Es perfecto para una cena romántica como una comida familiar de domingo. Y como todo como es mejor vivirlo que contarlo os dejo unas fotos para que os piqué el gusanillo…

Local muy acogedor, decorado con buen gusto.
Cocina creativa y muy elaborada, con una muy buena presentación de los platos; mención especial para los postres, francamente buenos. Fuimos 4 personas a celebrar un cumpleaños y salimos todos gratamente satisfechos.
No es económico, pero reservando online puedes obtener hasta un 50% de descuento en la carta.

Genial para una primera o segunda cita!
Menú correcto y variado que permite pedir desde unos huevos estrellados con trufa (su especialidad) hasta un tataki de atun más que correctos.
Además, se puede reservar online y conseguir hasta el 50% sobre carta (sin limitación sobre qué platos consumir).
Genial cuando uno no conoce bien al otro comensal.

Since you penetrate the restaurant door, you are transported to the Italian Renaissance. Superbe decoration and atmosphere. This absolutely a Creative cuisine, but sometimes some are really special and sometimes, it’s kind of game: sometimes we are lucky and sometimes less.
But I guess it is more about subject taste.

En una esquina de Marià Cubí con Dènia encontramos una fachada insulsa que pasa totalmente desapercibida pero que esconde un rincón gastronómico bastante aceptable. Las botellas de vino del escaparate le dan más apariencia de bodega que de restaurante, pero al traspasar la puerta entras en un local cálido, de luz tenue, romántico y decorado con mucho gusto. Mesas bien vestidas, de servicio completo, con lámparas que iluminan los platos que serán degustados. Jarrones de hojas secas, tonos ocres y mesas rectangulares, cuadradas y redondas, un espacio muy bien aprovechado. Incluso, bajo mi opinión, demasiado, pues algunas mesas quedan muy juntas. De bienvenida, nos obsequia con dos copas de cava fresco acompañado de un cubo de zinc lleno de chips de verduras y un pequeño bol de alioli en su punto para preparar el estómago para lo que en breve iba a recibir. El menú se componía de tres platos y dos postres. Esperábamos menos cantidad en cada uno de ellos, las raciones eran espléndidas. Empezamos con Ventresca de Bonito del norte de Conservas Serrats, tomate de pagès en texturas y cebolleta tierna. La ventresca tenía una lascas grandes. El plato era complestísimo. El siguiente plato fue Huevo de corral 3 minutos, patatas paja, cebolla confitada, jamón ibérico y trufa negra, Tuber Melanosporum de Sarrión, Teruel, rallada al momento. Y todo estaba en el plato!!. Los huevos estaban buenísimos, y el plato lo acababan de rematar las patatas, caseras, con corte uniforme, fritura a temperatura ideal y dejadas escurrir en papel de estraza para conseguir la textura crujientísima.
Aun nos quedaba un plato y ya estábamos bastante llenos. Hamburguesa de Filete Angus rellena de Brie de Maux y nueces caramelizadas sobre cebolla confitada, manzana asada rellena de torta del Casar, esencias de tartufo y su fondo perfumado a Pedro Ximénez. Cocinada al punto según nuestra demanda, la reducción de Pedro Ximenez y la manzana al horno, una combinación de dulce y salado que sirve para potenciar los sabores. Buenísima, una espléndida ración que costaba acabar. Aun quedaban los postres, un coulant de chocolate caliente Guanaja y suave Mousse de Mango. Al hincar el cubierto, el chocolate cliente empezó a derramarse para mezclarse con el mango. Exquisito!
El otro postre, una sopa de Maracuyá, esponjoso bizcocho de nuez Tonca amazónica y vaporosa Quenel de suave Mascarpone. No esperaba un sabor tan intenso del Maracuyá, para mi gusto demasiado ácido, aunque el bizcocho compensaba suavizándolo.
En general, una cena completísima de la que salimos satisfechos, un ambiente acogedor que hace de Antigua un restaurante ideal para celebraciones románticas!

El sitio es muy acogedor pero sus comida no resulta redonda
La carta es muy apetitosa pero la realidad no es la descrita en la carta. Te hablan de un tartar de vieiras con champiñon y mas cosas y en realidad son champiñones donde apenas se percibe sabor a viera o te sirven un cordero que no armoniza con los sabores de susacompañamientos.
Los postres en cambio son muy buenos
Un rstaurante que, como en mi caso, te ha costado casi 70 € por persona ya que no reservé por el tenedor o similar tiene que ofrecerte algo mucho mas solido para que vuelvas

Una pareja de amigos me recomendó este restaurante, al que ellos acuden cada vez que encuentran alguna celebración como pretexto. Como yo nunca he sido muy de aniversarios y esas cosas, me planté un sábado cualquiera y qué bien haberlo hecho así porque descubrí un restaurante de mi lista de más que recomendables. El Antigua es un local de decoración clásica, incluso algo recargado y de atmósfera intimista y romántica. Pero lo mejor es, sin duda, la carta de platos, que superó mis exepctativas: cocina mediterránea, cuidando el producto y con toques creativos. En mi experiencia fui conservadora y probé el filete con foie y me encantó. Estoy deseando volver para ser más arriesgada y probar nuevas sugerencias…

Si estás por la zona y buscas un restaurante romántico para ir con tu pareja, tu última conquista o alguien que quieres que se convierta en algo más que amigo/​a, te aconsejo que vayas a este restaurante.
Todo te acompañará a excepción del ruido (para evitarlo mejor ve un día entre semana). Colores cálidos, decoración impecable, luz tenue y una comida estupenda en la que puedo recomendarte cualquiera de los platos.
Reserva antes, no vayas a encontrártelo lleno y sin posibilidad de cenar (no comer)…porque para la conquista, nada mejor que una cena, ¿no?

La comida muy bien, el lugar acogedor, pero la carta de vinos y el servicio muy justito para los precios de la carta.

Lo más destacable del Restaurante Antigua es un ambiente cálido, acogedor y romántico. Es ideal para llevar a alguien en una cita o darle una sorpresa a nuestra pareja.
Pero más allá de su aspecto, se trata de un restaurante con una amplia variedad de platos, cocina creativa y unos postres espectaculares.
No es barato, pero el menú de mediodía puede salir por 13 – 14 euros, que tampoco es ninguna barbaridad para lo que ofrece.