Artte

Si buscas un sitio donde relajarte y pasar una tarde de distendida conversando en un local tranquilo y acogedor, Artte es tu local. Disfruta además de una gran selección de tes o un buen gintonic.
Como no, el local está decorado por el interiorista de moda en Barcelona y ello se agradece pero uno no deja de preguntarse si será posible recuperar la inversión y pagar la cantidad ingente de metros cuadrados del local … con clientela local.
Mientras dure… disfrutad del mismo!

Nice place, big, nice concept.
Tea house in the front, restaurant, concert hall and nightclub in the back.
After dinner service lights go up «litterally» and the DJ gets the vollume up.
Interesting, diferent cocktail menu, and good food, classics with a twist.
Just a great place to hang out at with friends.

Es un bar, un restaurante, una cafetería, un teatro??? Seguramente un poco de todo. Cuenta con un espacio bastante grande, un escenario dentro del local…
Fui un día para tomar un café y no había mucha animación — pero también fue por al mañana.
Tiene un programa casi diario de actuaciones que deben estar chular.
Iré un día para tomar un cocktel por la noche…
Precio: correcto para un bar tan chulo

Local con muy buen ambiente. La decoración es súper original y actual. La comida, aunque es buena, no está hecha para todos los paladares. El precio va en línea con el tipo de comida que sirven, comimos 4, con dos entradas a compartir, cada quien un plato principal y dos postres, con una copa por persona por 35 € cada quien. Volvería seguro por la música en vivo y quizá a tomarme una copa.

If you want 5 star service and the most amazing, inventive drinks in Barcelona, then come here. We spent hours at the bar with Pablo and the amazing bar tenders. The drinks were not just delicious, but they were creative and forward. Do not miss.

El pasado día 16 de mayo, mi querida, una buena amiga suya, el marido de esta y un servidor quedamos para comer. En esta ocasión no tuve ni voz ni voto en la elección del restaurante, ni siquiera una pequeña consulta, fui desplazado de manera elegante, pero apartado al fin y al cabo y a pesar de mis lloros por intentar influir en la decisión, estos no tuvieron efecto alguno en la sensibilidad de los cerebros de la operación. El sitio elegido fue el restaurante Artte. Después de recabar algo de información respecto al restaurante y en honor a la verdad, debo decir que no iba con muchas expectativas. Algo me decía que no era una buena opción, pero veremos al final de la reseña si mis malos augurios fueron infundados por mi pataleta de niño pequeño o bien estaba en lo cierto.
Previamente mi mujer y quien escribe estas líneas tomamos un vermut irregular en una terraza cerca del restaurante.
A las 14:30, tarde para mi gusto, nos encontramos en el Artte. Con puntualidad británica por parte de los cuatro, lo cual es de siempre de agradecer.
Local precioso. Se entra por una terraza cubierta donde hay varias mesas y sillas. Enseguida un pasillo grande y ancho, donde se encuentra el salón de té. Con venta al público de especialidades de todo el mundo y también degustación. Casi al llegar al salón principal a la izquierda se encuentra una barra grande donde hacen el té en vivo. Todo muy elegante. Enseguida se pasa al gran comedor. De techo muy alto, muy luminoso gracias a su luz natural que entra por el techo, precioso. Paredes blancas. Varias columnas en blanco con toque en negro. Todo muy limpio, muy abierto. Se respira mucha paz, parece mentira que esté en el Eixample. Con una decoración moderna y muy acertada. Lleno de detalles. Bonita barra al fondo donde poder tomar algo. Hay un escenario donde hacen conciertos.
A pesar de la hora el salón está vacío, por lo que un camarero nos indicó que podíamos acomodarnos donde deseáramos. Elegimos una bonita mesa redonda en el centro del restaurante. Abrumado ante un local tan bien decorado y espacioso pido de inmediato una caña. La caña muy bien servida, en vaso correcto, bien, vamos bien. La cebada me permitirá mirar la carta con detenimiento, paciencia, y ayudará a que el raciocinio se imponga al estómago.
Carta compuesta de tapas varias, algún pescado, hamburguesas, un arroz y platos para vegetarianos.
Una vez hecha la deliberación la comida transcurrió por los siguientes derroteros:
Para compartir.
Bravas. Correctas, buenas. Les faltaba algo de chispa, de fuego, de heavy metal. Buena patata, pero la salsa no decía mucho. Aunque buenas lejos del top cinco de Barcelona.
Pimientos de Padrón. Buenos también. Poco más puedo añadir.
Selección de patés vegetales con tostaditas. Muy buenos. De humus, de tofu y otro más que no recuerdo. Este entrante fue el que más me sorprendió ya que creo que nunca lo hubiese pedido por mi cuenta.
De segundos.
Mi querida mujer se decantó por una merluza acompañada con un caldo y unas huevas que me tendrán que disculpar pero no recuerdo. En cualquier caso por lo que ella me dijo y por lo que pude probar estaba realmente buena. En su punto de cocción y buen sabor.
El matrimonio se pedido arroz con bacalao y alcachofa de El Prat. Tuvieron la gentileza de dejarme probarlo y estaba muy bueno. Grano en su punto y muy buen sabor.
Un servidor se decantó por una lasaña de verduras. Muy buena. Años hacía que no probaba una y me encantó. Bien estructurada. Bien marcadas las capas. Gracias a la versatilidad de la lasaña pudieron introducir diferentes tipos de verduras. La pasta buena y el sabor del queso en su justa medida. De muy buen sabor. Ración generosa.
Lo bañamos todo con una botella de vino Biga de Luberri Crianza 2.013. De intensidad media alta, de precioso color picota, bien de acidez y con un gran equilibrio entre sus componentes. Gran vino. 19 euros. Un servidor repitió con una copa de la misma bodega que cobraron al desorbitado precio de 4,90 euros.
Cafés y trufas heladas.
Precio cuatro personas: 122,50 Euros.
Un restaurante que me sorprendió gratamente. Por su decoración y por su cocina. Cierto que esta debe mejorar, en muchos aspectos, pero estaba bien elaborada y trabajan con buenos productos. Podrían dar más sentido a la carta, que tuviese una coherencia pero en cualquier caso aprobado alto. Restaurante muy bonito y versátil, se puede, desayunar, comer, cenar, tomar un té de calidad, una copa escuchando música.etc. Servicio joven y simpático, agradable, el tipo de local no requiere más. Carta de vinos corta, disponen de algunos caldos ecológicos así como espumosos. Servicio de vino, descorche y poco más. Calidad precio correcta.
Acreditado queda que mis temores eran propios de una pataleta de niño pequeño y no me queda otra que felicitar a nuestros amigos por la acertada elección, gesto que hice al salir del Artte.
Señoras y señores, vayan al Artt, disfrutarán.

El estudio Lázaro-​Rosa Violán siempre deja su sello en los centenares de locales que diseña. En algunos casos, me han llegado hasta a cansar (sus intervenciones los últimos años en Barcelona se cuentan por decenas: Chéri, Toto, Bardot…), pero en éste se han estrujado la sesera al máximo. Imagino que la versatilidad que les han exigido los propietarios les debe haber estimulado aún más su creatividad. Pese a algunas notas barrocas marca de la casa, no aparece una sensación agobiante en ninguno de los ambientes. Al contrario, existen zonas totalmente neutras y, otras totalmente diáfanas.
Esta propuesta multidisciplinar, que muchas veces se alimenta de la participación de los clientes, incluye todo tipo de manifestaciones artísiticas, que se van programando de forma mensual. Tenemos murales, videoarte, un escenario para conciertos… se me ocurren infinidad de eventos que inquibir en Artte.
El protagonista es, obviamente, el té, que goza de un espacio propio que es imposible que te deje indiferente (observad el tratamiento del agua, la exposición de aparejos y cachivaches del mundillo, o la supercarta) pero la oferta gastronómica no se queda corta. El comedor de la sala principal (compartida con el escenario) tiene una selección de tapas y platos no muy extensa, pero atractiva. La cuenta es siempre elevada, aunque el sablazo que uno espera al contemplar el dispendio que le rodea, queda en el terreno de lo relativo. Supongo que, si se desmadradan en demasía con los precios, su clientela se reduciría a pijería pseudo-​artista e intelectualillos de «casa bona», cosa que no les debe interesar mucho.
En definitiva, que me van a ver unas cuantas veces más, sobre todo para observar su evolución.
¡Ah! Y sí, tal como os apuntaba Sharon en un post anterior, lavabos dignos de mención; una especie de teletransporte al universo Harry Potter.

Great place to have a tea! Amazing selection and served in a ceremonial way. Food very good, but portions are small. Interesting design, it is an experience to go there.

This review is mainly a placeholder for when I come back again to really experience Artte.
We were just wandering the streets looking for something casual for a nightcap — and were drawn in by the beautiful entrance and the whole architecture and design of the space. The gintonicas ranged from 12 – 16 Euros, and the wines were anywhere from 3,50 and up.
From what I gathered, Artte is a teahouse? But they have full tables inside and perhaps even a menu? I don’t know! All I know is the place was stunning.
Especially the bathroom.
Go to Artte, have a drink (or more)… and be sure to check out the loo before you leave. I will for sure be back.