Barruguet

Esta juguetería ubicada en la Gran Vía, muy cerquita de la Plaza de Catalunya es un establecimiento especial en su categoría. Todos los juguetes que tienen a la venta están especialmente seleccionados para aportar una experiencia pedagógica en los niños.
Aquí no encontrarás pistolas, muñecas que lloran, consolas ni coches teledirigidos. Barruguet apuesta por los juguetes tradicionales, artesanales y educativos sin renunciar por ello a la calidad ni a la modernidad. Buscan recuperar la esencia de los juegos, pero sin anclarse en el pasado. La colección de coches para niños que tienen es realmente espectacular. ¡¡Como me hubiese gustado pilotar un Ferrari o un Jaguar cuando era un crío!
El personal que atiende este establecimiento es muy cualificado, educado y paciente, siempre dispuesto a ofrecer buenas recomendaciones.
Además en Barruget rompe con el tópico del genero. Aquí cualquier juguete puede ser valido indistintamente para un niño o una niña. ¿Quién dijo que las cocinitas eran para las niñas y el barco pirata para los niños?.
Una juguetería distinta donde la imaginación le gana la partida a la tecnología.

Te invita a volver a ser niño por unos segundos. A cerrar los ojos y a soñar que vuelves a ser la princesa en búsqueda de su príncipe, o el valiente caballero luchando por salvar a su dama de las garras del dragón. Porque todos sus juguetes, su decorado y su diseño está ahí para devolverte la pureza de la inocencia de los pequeños y recuperar el placer de jugar a soñar y a crear.
Sin tecnologías, sin mandos, sin violencia ni fuerza. Sino con opciones tradicionales y didácticas para que los peques disfruten compartiendo y creando. Puzzles, muñecas, marionetas, coches de madera, piñatas de colores, pizarras… Tienen su propia línea de ropa, con, por ejemplo, camisetas, bodies para recién nacidos o baberos. Para llevarte un cachito de esta ilusión a casa y para querer ser pequeños cuando seamos mayores ;)

La esencia de todas las jugueterías gusta a tanto a padres como a niños. 500 m2 de tienda dedicada a los más pequeños de la casa, llena de juguetes tipo artesanal, muy educativos, de diseño atractivo y un pelín caros. Dicen que un Barruguet es un duende jugón y travieso de los montes ibicencos que inspiró a la fundadora de este ya tradicional espacio de la Gran Vía barcelonesa. Tienen una línea propia de juguetes y también las mejores marcas del mercado. También proporcionan una atención muy personalizada y cercana, que atiende a las necesidades de cada franja de edad. Eso sí, hay que preparar la cartera: no es barato.