Esta es la tienda preferido de mi amigo Óscar, que cuando le da la chaladura consumista se acerca al Blazer y se gasta un pastón en ropa. Suerte que el chico no es muy presumido y esas venas no le dan muy a menudo. Tanto recomendarmela, un día entré en la tienda y me asusté. No soy muy amiga de dedicar fortunas en trapitos sólo por el hecho de que lleven una etiqueta de una marca prestigiosa. Ademas, las prendas que tienen para mujer son muy clásicas para mi gusto, muy como de señora antes de ser señora. Muy de chica joven que se pinta como una puerta. Pero bueno, de todo tiene que haber en la viña del señor.