Bocí

Solo puedo hablar de su servicio de catering.
Pedí que me trajeran unas bandejas para un evento de unas 20 personas. Me pasaron un par de presupuestos antes de que diera el Ok ya que veía los precios un tanto elevados.
Finalmente pagué unos 120 € (IVA incluido), un precio correcto para el número de personas, aunque esperaba una mayor calidad. Los canapés de gambitas y las tostadas de foie no acabaron de gustar, no estaban malas, pero tampoco puede decirse que estuvieran buenas. Las tostadas de jamón ibérico «de bellota» a mi personalmente no me gustaron (normalmente como tostadas de jamón infinitamente mejores).
A ver si puedo escaparme pronto a su local y conocer su gama de dulces; seguramente ese sea su punto fuerte (prometo actualizar mi reseña).

Bocí es un lugar exquisito para comprar, comer y regalar. El establecimiento tiene un piso donde se puede comer de forma sana y ligera o saborear un café acompañado de alguno de las sabrosos pastelitos que allí se elaboran.
Pero Bocí no es tan solo una pastelería que ofrece un espacio al visitante. Bocí tiene una servicio de càtering impecable. Calidad y diseño nunca fueron tan unidos. Además, para quién lo desee, ofrece un servicio de càtering en la oficina. En Bocí se elaboran productos dulces y salados, platos cocinados listos para consumir y helados artesanos. Su horario ininterrumpido de 7 a 10 de la noche abasta a un público heterogéneo.
La tienda tiene una decoración minimalista, de líneas austeras, impecables, que consiguió en 1999 el Premio de Diseño LAUS a la mejor iniciativa comercial de Barcelona. Este negocio fue originalmente una pastelería de prestigio en Barcelona, la Condado, que ha ido evolucionando poco a poco respetando en todo momento la calidad y el servició que lo caracteriza.
A tener en cuenta: los precios son elevados aunque del todo justificables.
Sus escaparates: una tentación constante que se adaptan a las tradiciones del momento.

¡Bocí! ¡Cómo se atreven! ¡Es imposible entrar en el Bocí y llevarse sólo un «bocí» (=trocito) de alguna de las exquisiteces que sirven! Yo entré seducida por un pastelito todo pequeñito y bonito él y salí… ¿Cómo salí? ¡Pues cargada! ¡Cargadas con dos bolsas! ¡Con dos bolsas llenas de otros dulces de los que preparan y con varios platos preparados listos para comer! Había gente que se los estaba comiendo allí mismo pero yo no… Yo soy amante de los sitos intimistas y cálidos y éste no me terminaba de convencer. ¡Ahora bien! Lo que me comí en casa estaba… ¡Cómo estaba! ¡Lo aconsejo de todas todas! Yo seguro que vuelvo, aunque antes me acudiré a una terapia que me enseñe a no dejarme seducir tan rápidamente porque… ¡La cosas claras! ¡Mi bolsillo no está para esos trotes!

¡Imposible quedarse con un «bocí»! Si entras en esta tienda de delicatessen y pruebas algo querrás más. Lo ideal es lo siguiente: normalmente entras porque sus dulces te llaman la atención (y más ahora que tienen el escaparate lleno de «monas»).
Una vez dentro estás perdido porque descubres que tienen comida cocinada lista para comer en una de sus mesas o para llevarte a casa. Una vez has comido, vuelves a mirar de reojo los bombones, las pastas, los pasteles… ¡la perdición!
Lo malo que tiene esta tienda es que, por el elevado precio de sus productos, se respira un aire exclusivista dentro.

Delicioso establecimiento que sólo basta con mirar sus escaparates para que te despierte el hambre o el capricho. Pasteles de todo tipo, magdalenas decoradas con caramelo de colores, chocolatinas de diversas formas y sabores, sándwiches, ensaladas, tortillas, arroces, legumbres… se atreven con todo y lo presentan de forma irresistible. Puedes comer allí, aunque personalmente encuentro el comedor muy frío, parece que toda la «gracia» la invierten en sus platos. Lo recomendable, para mi gusto, es elegir los platos que desees y llevártelos a casa. Siempre que lo hemos hecho no nos ha decepcionado.
Últimamente se han adentrado en el mundo de los menús para llevar al trabajo, tienen un precio base de 9,50 € (portes y bebidas aparte) y ofrecen una comida equilibrada y muy hogareña. También cuentan con servicio de catering para pequeñas celebraciones familiares.