Cafè d’estiu

Beautiful café in the backyard of a museum. If you are looking for a nice place to sit in the shades, which is calm at the same time, go for this café that offers drinks and food

Este es uno de esos oasis silenciosos y tranquilos en medio de la gran ciudad. La verdad es que es un lugar con mucho encanto donde puedes ir a tomar algo y encontrar una paz absoluta. Nunca suele haber demasiada gente ya que en la entrada solo hay un rótulo y es el del Museo Frederic Marès, por lo que parece que la zona ajardinada que se ve al pasar caminando forme parte del museo, por lo que la gente suele pasar de largo sin saber que se trata de un bar realmente. No dispone de wifi propia pero puedes usar la de «Barcelona wifi». Es un enclave mágico en el corazón de Barcelona y se debe en gran medida al hecho de estar rodeado completamente por las paredes góticas de la catedral. La única pena es que solo abre durante los meses de verano, así que tendremos que esperar varios meses antes de poder volver a disfrutar de un café de verano.

Einer meiner Lieblingsplätze in Barcelona! Man sitzt in einem ruhigen Innenhof unter Orangen und umringt von alten römischen Mauern. Einfach nur schön. Dazu gibt’s leckere Kleinigkeiten zum Essen oder einfach nur né flüssige Erfrischung.
Die location liegt etwas versteckt neben der Kathedrale. Das Suchen lohnt sich :)
Und wie der Name sagt, öffnet das café nur im Sommer!

Hay momentos en los que me harto de vivir en el centro de Barcelona, del bullicio y el griterío, de los ríos de gente… y es en esos momentos en los que más me gusta ir al Café d’Estiu para volverme a enamorar de la ciudad. Está en el patio interno del actualmente cerrado por remodelaciones sabrá Dios hasta cuando museo Frederic Marès, un lugar maravilloso para sentarse a comer un bocata, tomar un café o un té o disfrutar una cañita fría para calmar el calor y disfrutar la maravillosa vista de las paredes góticas de la Catedral y el propio museo, además de escuchar el trinar de los pájaros y ver los árboles mecerse con el viento. Pero no todo podía ser maravilloso, estiu significa verano en catalán y para hacer honor a su nombre, el Café abre sólo unos pocos meses durante esta estación.
Si leen esto, por favor no lo divulguen mucho y lleven sólo a sus personas más queridas, es uno de mis lugares favoritos de Barcelona y no quiero que se llene!!! Lo prometen?

Perdida por las callejuelas cercanas a la catedral de Barcelona se encuentra esta pequeña cafetería que sólo abre los meses estivales en una de las plazas más escondidas del centro de la ciudad.
Justo al lado del Museu Frederic Marès, en la pequeña plaza de Sant Iu se encuentra este pequeño oasis dentro de uno de los barrios más concurridos de la ciudad; un lugar poco conocido por los extranjeros y autóctonos, por lo que es el sitio ideal para descansar del bullicio y tomar algo rodeado de naranjos, el sonido de los pájaros y de un silencio nada peculiar en la gran ciudad.
En esta plaza, se celebra desde 1588 el tradicional l’Ou com balla, que consiste en hacer bailar un huevo vacío en las fuentes situadas en claustros, patios y jardines.

Este café está situado en el patio del Museo Frederic Marès, un antiguo palacio medieval. Marès fue un escultor reconocido de Barcelona, fallecido en 1991, que convirtió su afición de coleccionista en una pasión que le llevó a reunir todo tipo de objetos de arte y de la vida de los siglos pasados, que ahora se pueden ver en este Museo. Este patio tiene un encanto especial y puede socorrerte de un caluroso día de verano, si te sientas en uno de los bancos de madera, junto a alguno de los naranjos que hay plantados. Sólo se puede disfrutar de la terraza del Cafè en el verano, como indica su nombre catalán «estiu». Recomendaciones del lugar: los sandwiches especiales, el guacamole con nachos, el humus, los quiches y la repostería a base de limón y chocolate. Si no trajiste un libro o el diario siempre puedes tomar prestado alguno de los periódicos o revistas de los que dispone el establecimiento.

Uno de esos rincones de la ciudad difíciles de descubrir a no ser que te lleve alguien, pero por el que vale la pena dejarse caer de vez en cuando por la tranquilidad que se respira.
Solo abren en verano, pero es ideal tanto para la hora del desayuno como para un buen café post-​comida sin ruidos de coches o de turistas bulliciosos, a pesar de su situación.