No está mal. Pepe, de la Bodega del Poblet suele ir a menudo y nos lo recomendó un medio día tonto en que nos juntamos unos cuantos parroquianos de su vermut. Decidimos ir y Pepe se apuntó. Así que le pedimos que escogiera por nosotros. En mala hora. Y no porque se coma mal en el Casa Debasa, sino porque Pepe es un exagerado a la hora de pensar en la capacidad del estómago de los demás y se pasó. Las raciones de este restaurante son grandes, muy grandes diría yo. Menos mal que a los chicos del grupo les gusta comer y tienen un buen saque, que si no todo ese delicioso arroz caldoso se hubiera echado a perder. Además del arroz, el casa Debasa sirve comida gallega y catalana. No es caro para la zona y además se abastece en la tienda gallega del mismo nombre que hay delante. Acepta comensales a deshoras y abre