Bueno. Media vida de mi hija viajando en el autobus para marcarme el camino hacia otra papelerias y tenia una bien dotada aquí el barrio. Las exigencias de mi pupila pueden ser muy simples a veces pero tan dificiles de complacer, y en sitios como este, se resuelven con un poco de dinero y con menos esfuerzo de lo que parece. Y elapartado de libro infantiles supera la prueba. Hay la variedad de titulos y precios necesarias para cubrir las demandas de este humilde hogar. Buenas historias y bien ilustradas para la noche. Cuentos breves y de colores estridentes para regalar los fines de semana a los coleguillas del cole.
Raül R.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Clau de Volta es, simplificando y que me perdonen los arquitectos e historiadores del arte, el punto central de un arco, de mayor envergadura. La comparación quizá sería algo exagerada pero sí que es verdad que, entre tantos bares, bazares de todo tipo, farmacias y empresas anodinas, esta librería está en un punto intermedio del Passeig Maragall, que hace que por un momento nos sintamos más cultos(unos más y otros menos). El escaparate es curioso: de un lado, es totalmente una tienda de bellas artes(aún más raro de encontrar en un barrio alejado del centro o lo cool), ofrecen de todo un poco pero yo, al no saber pintar ni un seis y un cuatro, no me fijo demasiado en estos productos(como mucho, en la plástica de los dibujos de desnudos femeninos); el otro lado del escaparate muestra principalmente libros, en catalán mayoritariamente, y juegos u objetos relacionados con Cataluña. Dentro, el popurrí continua: ahora unas pinturas, ahora unos libros infantiles. Entre eso, y la relativa familiaridad de las dos personas que la llevan(tienen una pequeña televisión junto al mostrador, van a buscar cambio al comercio de al lado), le da a la tienda un tono de taller cultural, de cooperativa que vende y hace un poco de todo. Y que te puede sorprender por aquí o por allá. Y eso –la sorpresa– está muy bien, señores.
Adrián C.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Quedan pocas, pero aún hay tiendas de artes plásticas donde comprar acuarelas, papel, escuadras y cartabones. Piera, en la calle Còrsega, es quizá una de las que resiste con mayor diversidad de material y con un grado de especialización que la hacen única. Pero hay barrios de Barcelona que aún quieren hacer manualidades, y quieren hacerlas sin necesidad de coger el metro. Clau de Volta es la que se encarga de abastecer desde el eje comercial del paseo Maragall a todos los artistas, artistillas y artesanos de la zona. Como por razones de mercado en un momento dado hizo falta diversificar la oferta, los dueños, una pareja de mediana edad, decidió vender también todo tipo de literatura y material variopinto con motivos y temática independentista. Juegos de cartas en los que las figuras son personajes de la historia de Catalunya; lápices, libretas y llaveros con la estelada, o las últimas novedades de crónica política catalana: todo ello aporta un valor añadido a la tienda, que no ha perdido el olor a témpera y cartón.