Cocomo

This place was a little bit of a surprise package for us. We walked past it a lot, but finally summed up the courage to go in, and we were happy we did.
Highlights:
American burger was good
Pumpkin and foie risotto was good
Veggie risotto was good (we got to try it due to a order mix up)
Chocos (calamari) was good, well seasoned, hot
The lets downs were that they stuffed up our order (which they fixed immediately) and the Tiramisu, which was very caramely and very average.
We sat outside and aside from the wrong order, the service was very good.

Yeah, so service was just bad and good fairly mediocre, which is sorta sad because this was our last dinner in Barcelona and after eating a lot of good to excellent food, to finish off on a whimper just really sucked. In fact my dining companion would give it only 2.5 stars.
I asked for lemon to put over my food no less than 5 times, so service was really just average.

Smaller portions, a bit on the expensive side, but you will receive a nice fancy plate. Beer and a full bar if you want to drink, at a decent price. It’s a nice place with good service, and friendly atmosphere.

En el meollo de Enric Granados, en una de las áreas con mayor competencia de la ciudad se encuentra este agradable local. No lo quiero calificar como bar, restaurante ni como pub, ya que en esa indefinición es donde se siente cómodo el «Cocomo», abierto unos meses atrás.
Terraza en chaflán, entrada con mesitas bajas ideales para café matutino, larga barra y un amplio interior capaz de albergar bastantes mesas con alguna salita como reservado para grupos. Un interior muy acertado, que aunque recoge clichés de otros establecimientos cercanos, consigue generar su propia identidad. A mi me ha gustado, aunque es algo hipster…
La carta… pues ¡desenfadada! Hay unas 15 tapas a escoger, unas pocas ensaladas y arroces, alguna pieza de carne y pescado y una selección de hamburguesas. Un poco en la línea de los locales de recién apertura, que estiran en horizontal su oferta para captar a clientela variopinta.
Nos dejamos llevar por el camarero que nos sugirió varias tapas para compartir. Agradezco sinceramente el gesto. Lástima que esa energía contagiosa no se viese fielmente reflejada al llegar a mesa. Los huevos estrellados con jamón, aún estando ricos carecían de «punch». ¿El jamón? Yo creo que sí… Las patatas eran gorditas también. Los calamares pues no tenían nada en especial y el tataki de atún estaba mal cortado a mi pensar… demasiado grueso. Remarcar el guacamole que venía de acompañamiento y las croquetas que probamos. A nivel de bebida está muy bien que dispongan de Moritz Epidor de tirador, no se encuentra en todos los sitios.
Como detalle, decir que todo nos lo sirvieron muy rápido. Me refiero exageradamente rápido… En tres minutos todo estaba en la diminuta mesa circular, cosa que a mi sinceramente me hace pensar y que por otro lado no invita a pasar un rato relajado…
En resumen, bien para picotear algo si estás en la zona ya que el precio no es desmesurado. Sinceramente, con algunos ajustes y con los «timings» bien ajustados, habría conseguido las 4 estrellas sin problema. No obstante, lo mejor será volver para probar otras propuestas y volver a evaluarlo.