El 58

Muy rico, muy original!
Muy poblenou!
El local parece una casa antigua, con comedor dentro y otro comedor en el patio interior.

The Sangria was fabulous, using a legit local red wine. The servers were so nice, though they didn’t acknowledge us while we were waiting to be seated for a bit. Menu in both English and Spanish. Every dish was awesome, highly recommend the eggplant chips tapas.

Best Patatas Bravas I had in Spain! Very delicious tapas. We also had salad and it was very tasty. Very good atmosphere inside and very friendly staff.
A fair bit of a wait, but worth it for our last dinner in the city.

We had a nice wine tasting here and the tapa pairings were out of this world delicious. Never did I think I’d lick my lips over eggplant!
Everything was superb and the chef was friendly and informative. We sat outside, which was a lovely ambiance and the neighborhood is adorable.

Very nice easy going place in a beautiful pedestrian street, good for couples, friends or groups… delicious tapas and good prices.

La Rambla del Poblenou se ha convertido en un área de muchos rtes. y bares. Lo que si observo es cambian mucho, hay pocos que quedan funcionando durante años. Espero que éste sea de los que duran.
Lo descubrí por casualidad (por hambre se puede decir…). Es un bar con un ambiente desenfadado, se puede tomar una copa con amigos, comer unas tapas… Lo que mas nos gustó: las patatas bravas (ojo: picantes!)

El menú de migdia, tot i que potser una mica limitat (només dos primers i dos segons per escollir) està molt bé i a un preu molt assequible. Els plats de la carta són variats i deliciosos. Ens va agradar molt la botifarra amb cigrons. La decoració també està molt bé.

Was ein toller Laden!
Gelegen in der Rambla Poblenou ist der Laden von außen erstmal unscheinbar, was ihn vielleicht auch für den ein oder anderen Touristen unscheinbar macht, aber einen wahren Schatz verbirgt. Außerdem sind für mich Läden mit «Schleppern» davor echt total unattraktiv, El 58 hat soetwas auch gar nicht nötig und verzichtet zum Glück auch darauf.
Wie dem auch sei, die Karte gab es nur auf Spanisch (was ich zum Glück kann), aber die Bedienungen sprechen auch alle fließend Englisch (für den Fall der Fälle :)). Wie die meisten Läden, in denen wir in Barcelona waren, war auch das El 58 echt sehr individuell eingerichtet, was ich ja liebe.
Aber das Beste war das Essen, wir waren einige Male schon da und haben auch öfters mal was anderes gegessen und bisher hat echt alles geschmeckt. Egal, ob es die Pimientos de Padron oder der Hummus oder das Tomatenbrot für mich als Veganerin waren oder der Rest der Karte für meinen Freund — einfach alles war supermegalecker. Und auch die Bedienung war kompetent, nicht aufdringlich und freundlich.
Was will man mehr? Fazit: Hingehen und man wird es nicht bereuen! Megalecker :)

De lo mejor dentro de la oferta «paellador» que se está instaurando en la Rambla del Poblenou. Local bonito con terraza interior, así que mejor no quedarse en la terraza de la Rambla si es un sábado o domingo, demasiada gente.
Croquetas caseras deliciosas, buen punto. Bravas correctas, no soy apasionado de ese tipo de salsas densas pero reconozco que estaba buena y las patatas en su fritura perfecta, muy buenas. También hemos probado las berenjenas con miel, buenas. Unas tellinas muy ricas, se habían acabado los mejillones, lástima.
De postre un cheese cake con helado de mora, todo casero, bien para compartirlo y acabar la comida. Total 33 euros. Precio adecuado para lo que pedimos, no caro ni tampoco barato.
Buen tapeo, cerveza de barril muy buena (me he olvidado mirar cuál era cuando salí).
Probaremos más platillos la siguiente visita asegurada.

Very nice place! I really like the neighborhood, had never been to this part of Barcelona.
Fresh very long list of tapas written in chalk on a board (I assume it changes periodically). Everything I had was very nice: Razor clams, Tuna Tataki, Scallops and grilled prawns with Thai Sweet Chili sauce. Even their house red wine was very nice.
Their hours aren’t listed here and I didn’t get their weekly list. But I was told they do not close at 4 and reopen at 8 (like a lot of places) but they stay open straight through till 11.

Really liked the tapas. You will find both typical and innovative new tapas here. We really liked the wrap and the salmon tataki — but the more typical bravas bohemicas and pollo marinado was very nice too. Modern décor and friendly service makes it a great lunch place.

El pasado día 3 de octubre disfrutaba junto con mi querida mujer de una cervecita bien servida en una de las muchas terrazas que abundan en la Rambla de Pueblo Nuevo. Durante la conversación la gastronomía se coló en el debate, así que estuvimos intercambiando impresiones culinarias. Al final paso lo inevitable, el estómago llamó con fuerza y pedía a gritos ir aún restaurante nuevo. Personalmente nunca contradigo a mi estómago así que obedecimos sin fisuras.
Días atrás vi en la Rambla un restaurante cuya carta me llamó la atención, el 58. Su carta era atractiva, diferente, alejada completamente de las lineales, desfasadas y aburridas cartas que abundan sin pena ni gloria en la Rambla. Así que no dudamos ni un momento.
A las nueve en punto nos presentamos en el restaurante. Buen recibimiento por parte del equipo, saludos y sonrisas que siempre se agradecen y que incomprensiblemente no siempre se reciben. Al local se entra por un pasillo que cuenta con una barra a su izquierda, de ahí se pasa a un amplio comedor de techos altos, bien decorado, recuerda a una casa del Eixample. Mobiliario sencillo pero todo hecho con gracia y estilo. A pesar de la informalidad que reina en el restaurante han conseguido crear una buena atmosfera que hacen del espacio acogedor y cómodo. Al fondo del comedor dispone de una maravillosa terraza interior, bien decorada, a pesar de que se le podría sacar más partido.
Acomodados en una de sus mesas de madera y sentados en unas sillas pesadas, rígidas y en consecuencia algo incómodas empezamos a visualizar la pizarra que hace las veces de carta. Y que consiste todo en tapas y platillos variados. Veamos pues que aconteció:
Empezamos por deliciosas anchoas del cantábrico, jugosas y carnosas. Proseguimos con un excelente Tartare de salmón, consistente, sabroso, acompañado por unas huevas de salmón que le daban una textura sublime, muy bien presentado. Proseguimos por unas sabrosas y sorprendentes croquetas de cocido, muy buenas, de notable. Parece ser que el nivel y calidad respecto a las croquetas empieza a subir enteros en Barcelona, ergo no queda otra que aplaudirlo y celebrarlo. Continuamos por unos correctos pinchos de gamba con tomate cherry acompañado por una interesante salsa. Seguimos con unas buenas almejas gallegas, buen tamaño y mejor sabor. Proseguimos con unos excelentes mejillones de roca, una maravilla, muy buenos y sabrosos. Por último, unas muy buenas bravas, de notable alto, con una fantástica salsa de tomate con un toque de chorizo picante, muy buena patata y muy bien cocinada. Me recordaron a las del restaurante Bohemic, no estoy seguro de que no hallan cogido la idea del mismo. En cualquier caso se alejaban satisfactoriamente a la típica y ya caduca brava, por tanto un gran acierto.
Lo bañamos todo con un excelente vino blanco Chardonnay un Chablis. Francés. Muy bueno, suave y ligero. Precio: 18 euros.
Omitimos postres y tomamos dos cafés.
Precio total: 50 Euros. Regalado.
Un sitio que recomiendo sin dudarlo. Buen producto, reina la calidad y la creatividad. Tapas distintas a lo habitual en el barrio. Su terraza es genial, apartada del bullicio y en ella uno está tranquilo y sosegado, centrado en disfrutar de las notables tapas que hay en su gran pizarra. Las sillas de la terraza son incomodas. Tendrían que corregir este pequeño detalle, comodidad y gastronomía tiene que ir juntos de la mano. Servicio joven, simpático y atento. Sorprendentemente no disponen de carta de vinos, pero tampoco la cantaba el camarero. Me costó algo dar con el vino blanco que pedimos. Me resulta algo incómodo este punto, pues tienes que preguntar precio, bodega, añada…y esto con el camarero todo el rato delante del comensal, añadiendo, sin querer, presión en la elección. Una cosa es darle un aire informal y otra es que pedir un vino se convierta en algo pesado. La elección del vino tiene que ser una ceremonia en tanto es pieza fundamental en cualquier velada que se aprecie. Dicho esto, el 58 me sorprendió gratamente y disfrutamos de todos los platos.
Por si nuestros estómagos después de sus quejas iniciales no se habían quedado satisfechos decidimos ir a casa a tomar un gin-​tonic servido con cariño y precisión militar por un servidor. Un Tanqueray Ten con tónica Schwepees y Diego El Cigala sonando de fondo.
Señores y señoras si en Pueblo Nuevo se encuentran tengan en cuenta el 58, muy buen restaurante. Disfruten.