El Porrón

Bravas muy buenas, diría que las mejores que he probado en Poblenou. Eso sí tienen que mejorar mucho el personal. Los dueños muy majos.

A cambiado de dueño…fatal carisimo y un servicio nefasto… unos calamares, carne con un poco de jamón (del malo) una garrita de vino y un cortado 47 €…un robo

Durante los últimos 6 meses he ido al menos 5 veces a disfrutar de las bravas. Realmente son muy buenas. También son muy caras. La pena, el dueño. Intenta ir de gracioso aunque de forma tremendamente desafortunada.
La última vez íbamos 9, había una mesa vacía en la terraza y no nos dejo sentarnos porque «éramos muchos» WTF! Una pena, porque no creo que vuelva.

Indignante.
Recomendados por Edu, fuimos a probar las bravas que andan en el Top 4 de su web dedicada a las bravas de Barcelona (
).
El bar es pintoresco y eso nunca es problema, pedimos unas bravas y unos calamares en salsa. La comida estaba buena, los calamares muy bien y las bravas sin estar de acuerdo en el top 4 de Edu, estaban buenas. Todo correcto hasta que llego la cuenta.
6,50 por unas bravas, lo siento mucho pero es el palo mas grande que me he llevado en años en un bareto. Ni llevan caviar ni el plato es como para que te cobren 6,50.
Después de marchar y alucinar con el precio (después de que a Edu nos confirmara que a el le habian cobrado 3’50) volvimos para decir si se habian equivocado o algo … El dueño, sorprendido nos solto que nunca el habia cobrado las bravas a 3,50 y que además que el cobra en función de la gente que hay en la mesa, pone mas o menos ración.
Bueno primero, que si tienes diferentes raciones, avisa porque no me va a poner lo que a el le salga de los cojones. Tuvo los santos cojones de decirnos que el habia llegado a cobrar por las bravas 18 euros dependiendo de la gente que habia en la mesa (WTF) y que es lo que habia. No tuvimos ganas de pedir el libro de reclamaciones por que en el bar no habia carta ni habia lista de precios ni nada y no teniamos ganas de liar el pollo, pero vamos, que no vuelvo, seguro. Y que le voy a dar la peor publicidad posible, también.
Indignadisimo es la palabra. Supongo que leyó la reseña de Edu por internet al venir bastante gente a probar sus bravas y el tio se ha subido a la parra. Y si me llega a tocar mas los cojones le mando a sanidad por la poca salubridad que desprendia los 50 000 kilos de polvo que habia en el sitio.
Así que poca cosa mas, pero el rebote que nos pillamos durante unas cuantas horas no nos lo quita nadie.

Este es un lugar místico en el que su decoración se basa en banderas, gorras pañuelos eso si con mas polvo que el gorro de Indiana Jones. La entrada es triunfal con dos puertas altas enormes de madera. dispone de 3 mesas en el exterior que son excelentes para tomar algo al aire libre.
Estoy de acuerdo con Edu B. si pisas este lugar tienes que hablar de sus peculiares bravas que para mi estarían en lo alto del Top Ten de bravas Barcelona. Son cuadradas, pequeñitas con pimentón y con una salsa all y oli muy suave, además servidas con bacon, son bastante crujientes y tienen un sabor exquisito, como podeis ver en la foto que he subido el plato es enorme! El dueño es muy majo y atento! lo que mas me llamó la atención fue que a la hora de cobrar no tenia una maquina registradora sino que saco un recorte de papel y hizo una suma con nuestra cuenta, así es de peculiar este lugar!

¡Por Dios! ¡Por Alá! ¡Por Tutatis! ¡Por Carlos Jesús!
¿Pero es que nadie va a citar sus gloriosas bravas con bacon?
¡Yo le pongo las 5 estrellas sólo por ellas!
Que sí… que vale… que hay más polvo que en la casa de Marichalar… pero no importa, si conseguís una de las 3 o 4 mesas de la terracilla, pues de lujo, pero dentro tampoco se está tan mal. Si el local es peculiar, el dueño lo es todavía más. Tiene pescaíto, las famosas bravas (si pedís las «bestias», vienen con chorizo y huevo) y un montón de tapas típicas pero, de repente, te puede sacar unas ostras fresquísimas de la nevera y abrírtelas en los morros. Y sí, tiene unas botellas en las estanterías que estaban antes de que se contruyese el edificio, pero en las repisas de debajo de la barra, se halla un harén de ginebras para flipar. O sea, que no estoy nada de acuerdo con las puntuaciones anteriores. Hay que saber a lo que vienes. Si vienes a empatar y a plantar el autocar en la puerta, mejor ni te acerques.

Pintoresco local cuyo rasgo más definitorio es la prolija colección de pósters del Barça, gorras, pañuelos y demás utensilios. Todo ello contribuye a que la higiene brille por su ausencia (¡toma antítesis!) y que de reojo se vigile que algo incrustado en las gorras del techo no se desprenda inoportunamente mientras uno está debajo.
Eso sí, si se supera todo lo descrito, las tapas no están mal. Hay que ir a verlo, repetir es otro cantar.

En este bar se sirven bocadillos y desayunos bien resueltos y se puede ir a ver el futbol en su televisor gigante sin complejos. Pero te advierto que tienen repletas las paredes y techo de insignias, banderines, bufandas, fotografias y demas recuerdos del Futbol Club Barcelona. Así que mejor proclamar simpatia con el soberano.
Ayer vi una foto de Guardiola y otra con el Alcalde. Así que es lugar de referencia.
Su barra es muy pequeña y veras atras que tiene botellas y adornos que pueden tener toda la vida sin ver un plumero.
En las mañanas esta su publico habitual sentados en el exterior y las señoras que sirven te seguiran la conversación con mucha amabilidad.