A veces soy un poco coñazo con la gente que me atiende… pero es por pura casualidad. La chica que atiende esta pequeña panadería que ha reabierto hace poco, y yo ya visitaba tiempo atras, es muy simpatica. Enormemente simpatica. Es decir: un caramelo. Tiene buenos panes y solo una mesa si te quieres quedar a degustar. Te puedes imaginar el privilegio de poder sentarte… dificil lo veo. Como ya dije soy un poco insistente. En este caso averigue por medio de mis contactos en otros hornos que el pan evidentemente no lo hacen ahi y lo traen del mejor horno del barrio, cuatro calles mas arriba. Todo excelente menos las ensaimadas.