Futbolmania

Shocking service. 85 euros for my 7 year old’s Real Madrid shirt and they put the name on the back unevenly. When I complained they refused to change the shirt or give me a refund. The manager refused to even come and speak to me. Every parents dream. Not.

Fun, bright atmosphere and good selection of soccer jerseys and apparel. You can save some money by going to smaller sports shops, but don’t go too small otherwise you’ll be getting fakes!

La variedad cromática del escaparate me llama la atención. Me acerco y descubro el paraíso de los futboleros. ¡Wow! Una tienda enorme dedicada al deporte rey.
Camisetas, botas de fútbol, balones, complementos, guantes de portero… etc, etc. El sitio perfecto para encontrar todo lo que buscas de tu equipo preferido, pero también para sentirte como una mega estrella del futbol mundial. En Futbolmanía puedes comprar todo el equipamiento para tu equipo.
En fin que ahora ya sé cuál podría ser mi aportación en el fútbol. Combinar los colores de las camisetas con los calcetines. Porque lo de hacer de portera ya lo deje en el patio de la escuela.

El paraíso del fútbol se convierte en la perdición para sus fans. Y es que en el local de Futbolmanía un aficionado al fútbol se siente una estrella y por lo tanto cree que necesita ir equipado acorde a su status.
Se gasta el sueldo de un mes en comprarse las botas de Beckenbauer, una camiseta de la Juventus porque es un equipo que le cae muy simpático, la pelota del Mundial porque todo el mundo sabe que es más fácil meter goles y la camiseta de entreno del Barça.
Luego, cuando ese pobre diablo se viste de corto y sale a jugar en cualquier patatal se da cuenta de que su talento sigue siendo limitado, o aún peor, puede que sea el más malo del equipo, pero como lleva una equipación que es un pepino, los rivales creen que es la estrella y le hacen un marcaje especial.
En fin, que es muy duro ser fanático del fútbol y no tener talento, pero si lo miras por el lado positivo, el momento de gloria que Futbolmanía te ha brindado ya nadie te lo puede quitar.

Un gesto instintivo explica mi manía al fútbol.
Las pelotas de cuero ordenan a mi brazo apartar rápidamente los cristales de la cara, a través de un recuerdo afincado para siempre en el nervio oftálmico.
El dolor agudo y persistente del pinzamiento del nervio entre el metal de la gafa y el cráneo, unidos bruscamente por un pelotazo, recoge un sabor de sangre con pasas, patentable en próximos perfumes.