Hay que ver lo que dan de sí «los sofales», que diría José Mota. El sofá es el descanso del guerrero después de un día muy largo de trabajo. En los sofás uno se mata a no hacer nada los días de lluvia y son ellos los protagonistas de nuestras mejores siestas. Grassoler es un templo para todos ellos y los hay de muchísimas formas y calidades distintas… El problema viene cuando se te ocurre pedir presupuesto para uno de ellos, como yo, y te empiezan a enseñar toda la tienda y a atender como si te estuvieras comprando un coche de alta gama. Igualico. No sé lo que amáis a vuestro querido culo, pero en mi caso, que lo forman más huesos que cualquier persona, necesito de un sofá mullido donde poder morir cada tarde. En Grassoler de la Diagonal, encuentran siempre lo que buscas… El problema es que no siempre se adapta a lo que tenías pensado gastarte. De todos modos, está claro que si queréis invertir en un buen sofá, tienes que salir del bucle IKEA. Y eso.