Clarés

Salmon Risoto Es el mejor que yo he probado, chocolate calienete (lava cake) es spectacular, Mascarpone postre es muy rica. ¡Recomiendo este restaurante, fue uno de mis favoritos en Barcelona!

The breakfast here is quite delicious, the waitress and waiter can speak English, there’s also English on the menu. Plates are cute!

Si esteu per la zona Diagonal-​Gràcia i teniu gana esteu de enhorabona!
Voleu croisants? Doncs en tenen.
Voleu pastissos de formatge o de pastanaga? Doncs en tenen.
Voleu fer un «brunch»? Doncs en tenen. (7.5 €).
Voleu un entrepà fred? Doncs en tenen.
Voleu un entrepà calent? Doncs en tenen.
Voleu fer un cafè doble amb llet? Doncs en tenen.
Voleu un irlandès? Doncs en tenen.
Voleu dinar? Doncs en fan!
El local és encantador i petit així que potser no trobareu taula dins, però no patiu que tenen terrassa. Així que tant els fumadors com els propietaris de gossos tindreu el vostre espai.
El tracte és proper i atent. Però si voleu una crítica: els lavabos. Petits i vellets, però és un clàssic de Barcelona. Així que si sou d’aquells que entreu als bars per fer una visita al servei segur que trobareu millors opcions.

We only went once but my wife and I absolutely loved this place. Adorkably cute, delicious food, amazing sangria, great service, and lovely atmosphere. Also we think the kitchen was located on the 2^nd floor which made this place even cooler than we initially thought. Oh and they have a Tea box full of choices and very reasonable prices. Wish we had time to revisit this little gem ;)

Al ritmo de música francesa, toda la barra con todo tipo de dulces y tipos de te y gente muy agradable! Sin lugar a dudas, un sitio donde venir a comer o merendar! Tienen wifi y si debes trabajar, al final del local tienen una mesa y bancos anchos y perfectos para poder sentarse y concentrarte con tus cosas!
Recomendado 100%

Got breakfast sandwiches here. What was notable was the soprasado. It was a soft, mushy, delicious spicy sausage that I will remember for he rest of my life.

Es un sitio encantador para tomar un buen café con uno de sus pasteles o tartas artesanas. Decorado con impecable gusto e inspiración francesa, este café que hace esquina ofrece magdalenas, muffins, pasteles y una tarta de dulce de leche con una pinta exquisita.
Si hace buen tiempo podrás sentarte en su pequeña terraza, de sólo tres mesas, muy agradable. Me encanta el estilo de este sitio!

Un local de inspiración francesa en medio del Eixample perfectamente integrado en el barrio. Comenzó siendo una cafetería en el pequeño establecimiento original y hoy en día ya se puede comer y cenar en el local contiguo. Ocupan la esquina de las calles Bruc y Roselló y la terraza goza de sol directo a mediodía lo que convierte en una delicia degustar su menú diario de 12 € basado en la cocina mediterránea de mercado. Además podrás comer contemplando la mítica Casa de Les Punxes. Si no encuentras sitio fuera –algo muy probable porque creo que sólo hay tres o cuatro mesas– comer en el interior es otro pequeño lujo. La decoración es fantástica, muy estilo parisino de mediados de siglo: madera pintada de blanco, mármol, muchas plantas y algún toque dorado. Le doy un diez al interiorista y a quien haya decidido cómo iluminar el local. La luz es lo que más boquiabierta me deja de Clarés, ya sea la del sol o la de las preciosas lámparas. En cualquiera de las dos situaciones parece que estés en un sueño.
Una maravilla también para ir a desayunar o merendar y para volverte loco intentando escoger entre el amplio surtido de dulces que conservan en hermosos tarros de cristal.

¿Que pasaría si Maggie Smith buscase una cafetería en Barcelona donde sentirse totalmente como en casa? Por descontado que estaría disfrutando de un té en Clarés.
Tarros y urnas de cristal abarrotadas de dulces y pastas, lámparas doradas y un público de lo más peculiar nos transportan a una mezcla perfecta entre el novecentismo catalán y la vida pausada del Reino Unido de principios de siglo.
Mujeres ataviadas en trajes de piel, comentando en tono de interiores los más y los menos de la vida del barrio, mostrándose las últimas joyas que se han comprado o, simplemente, dejando pasar el tiempo reunidas con las demás. Todo esto y unas vistas únicas hacia la Casa de les Punxes hacen de esta pequeña cafetería un lugar más que recomendado para tomar un té. A las five o’clock, of course.

La cafetería Clarés empezó siendo un lugar esquinero pequeño y decorado al más puro estilo parisino. Mesas de mármol (de Carrara, por lo menos), tarros gigantes llenos de dulces y magdalenas y vitrinas con mini bocadillos de escándalo.
A mediodía acostumbraban a hacer menú asequible y sano en la pequeña terraza (apenas tres mesas) y listo.
Actualmente, el propietario ha decidido ampliar y convertirlo en Cafetería-​Restaurante «súper class», que no acaba de llenarse.
Desde luego, la parte original sigue manteniendo su encanto y con ella, su carácter parisino, que se refleja en su particular propietario.
No hace mucho, decidí pasarme a tomar un té mondo y lirondo con una amiga guiri. Mi error fue hacerle a la colega el inocente comentario: «¡Mira! ¡es té del súper que hemos ido esta mañana!». Airado, el dueño del local interrumpió la conversación afirmando que ese té es el que ponen cuando la clienta (o sea, yo misma), no se digna a especificar cuál quiere entre los cientos de miles que tienen.
Acto seguido, el despliegue teístico fue de órdago: que si «tengo té verde a la menta, té de canela, de chocolate, de frutos rojos, verdes, amarillos, Ceylan» y la madre que me parió.
En definitiva: NUNCA hagas un comentario inocente sobre el té de batalla en un sitio «chic» como el Clarés… Puede que su dueño te haga tragar todo lo infusionable que esté a su alcance.