Gurqui

The place was very cosy, great food and lovely staff. We were in Barcelona for one night and I believe we were more than lucky to find this place. The sangria was worth trying and they have a really good collection of vines. I will definitely try this place again.

Espectacular, comida muy fresca, un cuidado impecable y al detalle. Comi un plato de pescado buenísimo, como hecho en casa. Hay que prestar atención especial a la decoración.

Me llevó mi mejor amigo hace un tiempo y aluciné con este restaurante. Es muy, muy original, y es cierto que los dueños son cercanos, amables y que dan un trato impecable a los clientes. Sólo abren por las noches y la carta cambia según el día. Pedimos algo para picar y que de segundo me pedí carne aunque no logro recordar exactamente qué era cada plato, pero lo que sí recuerdo perfectamente es que todo estaba exquisito. La decoración es lo más y el local es súper acogedor. He leído por ahí que tiene terraza y no lo sabía… así que ya se cuál es mi próxima expedición gastronómica ahora que ya ha llegado el calorcito.

Hace tiempo que no voy y me están entrando ganas de visitar y degustar la comida del Gurqui, un local original con una decoración muy peculiar… objetos de tintín… cabeceras de cama… etc et… parece que estés comiendo en el comedor de un artista. La comida es mediterránea de mercado, muy buena calidad de carnes y pescados, espectacular!!! también es muy práctico ya que abren la cocina hasta tarde (creo que hasta las 2) y por ese motivo te puedes encontrar a cocineros de toda Barcelona que van al finalizar su jornada.
lo recomiendo mucho!!!

El Gurqui es un magnífico restaurante que pasa desapercibido si no lo conoces, pero que una vez lo has visitado dificilmente puedes olvidar.
Aquí todo es original, desde sus dueños, sus platos a su decoración a base de una mezcla de trastos viejos y elementos postmodernos mezclados con mucho gusto.
Sólo abren por las noches, pero una velada en el Gurqui se puede posponer hasta tarde, sobe todo si es una cena íntima en pareja y la disfrutas en su acogedora terraza interior una cálida noche de verano.
Aquí no hay carta, los platos que ofrecen aparecen en una pizarra y varían cada noche. Cocina mediterránea de autor presentada de forma impecable y con productos de mercado de primera calidad.
Una vez dentro lo mejor es dejarse aconsejar por el chef. Da igual lo que te sirvan, todo es exquisito, igual que el trato, algo que convierte a este entrañable restaurante en absolutamnete recomendable.

El Gurqui es uno de los locales más especiales en Barcelona, tan especiales como la pareja que lo regenta, que parecen disfrutar con su restaurante como niños con zapatos nuevos. Cenar en el Gurqui (sólo abren por las noches) es siempre una sorpresa: la carta es muy reducida y lo mejor es que te dejes llevar por las recomendaciones que hacen cada noche, en función de la compra del día, que es además la garantía de que el producto siempre es fresco y de lo más cuidado. La carta de vinos es sencillamente estupenda, hecha con tanto mimo como la cocina. Se trata de un local intimista, con una decoración muy particular con mucho elemento reciclado y muchísimas referencias al mundo de Tintín.Lo mejor del Gurqui: poder cenar en su terraza interior en verano. Sencillamente espectacular.

¿Qué pintan un publicista y una directora de marquéting llevando un restaurante exclusivo? ¿Cómo puede ser que además logren tenerlo siempre lleno? Pues muy simple. El secreto está que cuando Xesca y Albert colgaron los hábitos de su agencia se propusieron hacer algo con lo que de verdad disfrutaran. Y abrieron el Gurqui.
El Gurqui sólo abre por las noches y tiene una carta muy reducida, que cambia a diario según lo que los responsables del local encuentran en el mercado. Los platos suelen ser interpretacions muy personales de la comida mediterránea y se cocinan en un recinto abierto de este antiguo local del Eixample. Sólo hay siete mesas disponibles para los comensales y todas son diferentes, incluídas las sillas.
La decoración es muy detallista, repleta de figuras y posters de los personajes de Tíntin y muebles restaurados. Aquí se cena a media luz y la excelente carta de vinos del Gurqui, que Xesca cuida con esmero, convierte a este local en un lugar ideal para el romanticismo, las conversaciones íntimas y el roce.