Herboristeria Llansà

Es de esas tiendas que tan entrañables que deberían durar eternamente. Es una pequeña pero cuquísima herboristería, que tiene un montón de hierbas e infusiones y que como expertos en el tema, te aconsejan muy bien. Además también tienen teteras de hierro fundido monisimas, yo tengo una verde (divina) que me compré aquí y bastante más barata que en otras tiendas especializadas.
No sólo la recomiendo, es que si pasáis cerca de aquí el olor que desprende os obligará a pararos en el escaparate. Fijo :)

Catching a cold during vacation is no fun, but not surprising given the junky recycled air on board a nine hour flight. My husband came down with the cold first and then lovingly passed it along to me. Not wanting to miss any of the Barcelona action, we headed to the local herboristeria (thanks to Le Cool) in search of some herbal remedies to ease the cold symptoms and keep us going. The proprietor knew just the mix of herbs for us and instructed us to make tea from her mix and drink three times a day.
Day three of brewing herbs and drinking the tea and we’re still going strong and haven’t missed a beat.

Hay veces que no te sientes bien, vas al médico y te dan alguna pastilla que te calma el dolor pero no acaba de solucionar realmente el problema. No sabes que hacer. Si tienes suerte quizás le podrás preguntar a tu abuela como lo hacían en su época para solucionar esas molestias. Si no, siempre puedes acercarte al centenario Herbolari Llansá.
Allí te atenderán con cercanía y profesionalidad, te escucharán e intentarán curar tus molestias como si fueran suyas. Siempre hay alguna infusión, algunas hierbas que se han usado a lo largo de los años que han servido para resolver los problemas que la medicina hoy cura con medicamentos.
Sin duda es un lugar muy entrañable, en el que se respira historia.

Cada vez soy más reacia a la ingesta de píldoras, comprimidos, pastillas, grajeas, polvos… en definitiva, rechazo lo químico para enfermedades leves. Así que cuando noto el mínimo malestar… volando voy. La Herboristeria Llansà es uno de los contados comercios de principio de siglo XX que no ha cambiado, ni de actividad comercial ni de dueño; la actual propietaria es la mismísima nieta del fundador.
A diferencia del médico, donde me siento como una oveja, bueno más bien un corderito, en este herbolario me siento como una princesa. Considero un privilegio extraordinario el hecho de poder ser atendida en lugares como este y sobre todo, aconsejada. Con solo ver la Sra. Francesca abrir y cerrar los botes con esa mezcla de magia y sabiduría ya me siento mucho mejor.
Si te baja la vitamina, deja la aspirina y pásate a las hierbas de toda la vida. Celebremos que algunos apuestan por los métodos naturales para cuidar de tu salud y belleza.

Entrar es envolverte en el olor de la manzanilla, de la maria luisa, la melisa o del anís, y ver como los estantes están repletos de remedios naturales para todos los males. Más de 100 años de historia dando consejos de una forma cercana y didáctica. Que si jalea fresca (uno de los pocos sitios dónde la encuentras) para tomarte cada día, própolis para prevenir los resfriados, sobre todo en los cambios de temporada, colonias naturales o mil cremas y jabones a base de aloe vera para cuidar la piel.
Se encarga un matrimonio del herbolario y tanto él como ella te ayudan en todo lo que pueden para encontrarte una solución a tus dudas. Aquí me enseñaron y me hablaron por primera vez que tenía que cuidar de mi sistema inmunológico y que las perlas de ajo son un antibiótico natural. Son como un libro abierto de conocimiento que de vez en cuando va bien abrir para ayudar a encontrar otras soluciones que la medicina tradicional no proporciona..