Hyde Club

Me cuesta muchisimo valorar un lugar cuando nada más entrar sé que no era para mi.
Fui un sábado (más bien domingo) a las 2am. entre gratis con mis amigas porque una de ellas se había apuntado a «una lista» no había nada de cola, así que este sentido fue cero traumático.
Una vez dentro, pues estaba super lleno y todo el mundo con más de una copa de más, era como llegar de último a una fiesta que hace rato comenzó. Ir al baño fue una odisea! salir de el también. Estuve muy poco rato porque me aburrí, era 100% electrolatino la música y el dj era como una lista de spotify: la canción completa que es la cosa más aburrida del mundo.
Digamos que por iniciativa propia no volvería.

If you want to party in a true Spain-​esk club. Come here. Mostly Spanish music. All spanish dancing and everyone is dancing and not just standing around like CDLC/​OPIUM. Nobody is shy.

Hyde no es mi discoteca, pub o local musical por excelencia… pero oye, los jueves de 21.00 a 24.00 ¡no están nada mal! Yo lo recomiendo para hacer un «Hyde in the night», con papeo incluido!
El emplazamiento es prime, no hay excusas para perderse o no disponer de transporte público cercano y tanto la decoración como el personal están a nivel cuatro estrellas.
Tal vez un punto negativo que se comenta en otras reseñas y con el cual estoy de acuerdo es la aglomeración desmesurada que se cuece dentro. Yo no os voy a engañar… porque ya sé donde ubicarme, cerquita de la barra para poder pedir copichuela rápida y justo debajo de la salida de aire acondicionado, para no evaporarme literalmente entre camisas pseudopijas que roden a cuatro vientos.
En definitiva, un local a tener en cuenta del centro, aunque hay que ir con las justas expectativas y con la cartera saneada… ¡La Heineken de botellín a 8 pavos! OMG

El jueves pasado un amigo me llevó allí a cenar gratis. La comida estaba bien pero poca variedad y el ambiente me pareció un poco frío y pijo, mucha gente que creo trabajaban en bancos, consultoras, asesorías y oficinas pero con poco «feeling» y calor humano hacia personas heterogéneas … De todos modos en este momento es el único local de Barcelona que tengo en mente donde se puede «cenar» (comer algo) gratis pagando la bebida a parte. :)

Conocí este local hace un par de años. Unas amigas me llevaron a un «afterwork» que organizaban por aquel entonces los jueves por la tarde. La entrada era gratuita y durante un par de horas, de las 19h a las 21h si no recuerdo mal, te ofrecían canapés y cosas para picar. Creo recordar que el vino era gratuito y el resto de copas estaban muy bien de precio. El local era bastante nuevo y esa era una buena forma para atraer al público y sobretodo al tipo de target que les interesaba. Es una discoteca pero dispone de zonas con sofás y se estaba bastante a gusto. Cuando acabó el afterwork la gente ya iba animada y podías ver a más de uno bailando en la pista.
Volví a ir hará un par de meses, serían las 00h cuando llegué a la puerta. Da la casualidad que volví a ir un jueves. No me gustó nada el ambiente que se respiraba en la cola. Todo el mundo callado y los que no sólo hablaban para rogar a los porteros que los dejaran entrar. ¿Como cuando ibas a la disco con catorce años? pues igual. Me daba rabia tener que ser un miembro más de esa cola, porque… ¡a mi me daba exactamente igual entrar ahí!! es que es la manera en que miran los porteros… muy de ways…
Una vez dentro, el local a reventar. Mas de media hora para pedir una copa y todo el rato haciendo fuerza para no caerte de los empujones. Para ir al lavabo fue una auténtica odisea, y para cruzar la pista e ir hacíà la zona de sofás ni te cuento. Para rematar, muchos chicos con dos copas de más tirándole la caña a cualquiera que les pasaba por delante y en plan pesado. vamos… que todo el general resultó muy agobiante… ¡y que no me lían más para ir ahí!

Lo del Hyde y la entrada es totalmente cierto… por eso yo dejé de ir. Espectáculo triste. Lástima, a mi el local me parecía guay hasta que tanto esnobismo me tiró pa’tras.

Concepto Afterwork, esto he aprendido esta semana (nunca te acostarás…, literalmente). Lo he aprendido en una discoteca llamada Hyde de l’Eixample Esquerre, entre València y Mallorca al lado de Passeig de Gràcia.
Lo primero que me sorprendió fue la escena tan cutre que consiguen montar los porteros a la hora de entrar (aunque después compruebas que toda la discoteca y su filosofía es bastante cutre). Se ve que los promotores tienen organizado un sistema de listas por Facebook para poder entrar gratis (de todo esto yo me enteraba sobre la marcha porque me lo iba contando la amiga que me había llevado allí), pero a la hora de la verdad, allí en la puerta, el portero decide si tú entras gratis, pagas o te quedas en la calle. Creo que no lo han sabido hacer de forma eficaz, en otras discotecas, no se mezcla la cola de los que van por lista y los que pagan, ahorrando sobre todo tiempo, pero también mal rollito, es una cuestión de saber hacer. Por otro lado, la copa mínima está a seis euros, que es una cerveza o una copa de vino; el combinado más barato cuesta diez euros, y la entrada también diez euros, con lo que todo el rollo de la cola con negociación con los porteros uno a uno, es para ahorrarte, ¿qué?, ¿cuatro euros… Por favor… Que organicen la cola mejor porque es un incordio esperar tanto y desagradable el que si tú pagas, que si tú no, que si para ti no existen las listas, que si tú sí estás en lista…
En fin, una vez dentro te encuentras con una clientela bien majeta, que va de los 25 años a los 50. Al entrar sobre las 22.00 horas, la música está a un volumen bajo y es como de sala de espera de dentista, lo que me extrañó, pero mi amiga me puso al corriente, a esa hora la música es así porque lo que se hace en el afterwork es comer y beber una copa, comes de unas ensaladas de pasta y humus que ponen en una mesa en la pista de baile, es self service, si eres rápida como un tiburón (pero no leyendo las pantallas de la bolsa, sino lanzándote a las bandejas de comida, otro punto menos, eso me parece útil sólo en un campo de concentración). De vez en cuando pasan camareros con bandejas de pan con jamón, ni te cuento el peligro que corren esos pobres camareros. Finalmente recogen las mesas y pasan con bandejas de bombones.
Cuando termina sobre las 23.00 horas lo de comer, entonces hay una corta actuación de una cantante en un pequeño escenario. Es un poco plan karaōke, pero sólo canta ella grandes hits de hoy y de siempre.
Por fin se termina la actuación y empieza la jarana. Lo que viene a ser música a todo volumen que va desde Aretha Franklin a Shakira pasando por la versión mix del Guantanamera.
A partir de aquí, nada nuevo para mí, me fui a casa.