Il Piccolo Focone

Estuve hace unos meses y no tuve ocasión de escribir una reseña. La mejor pizza sin gluten que haya comido y lo mejor el tiramisu de postre. 100% recomendable.

De las mejores pizzas de la ciudad. Precios normales

Si buscas pizzas sin gluten decentes este es un buen sitio, si quieres buena comida italiana, no solo pizzas, ve a otro lado y ahórrate el disgusto.
Le falta sabor a la comida, en el menú no encontré ni un solo plato de cocina italiana típica. Sólo las pizzas. Los postres más de lo mismo, nada italiano y nada casero. Es lo mismo que se puede encontrar comiendo en cualquier bar-​restaurante de barrio, la típica ensalada con maíz de lata y lechuga, A mi parecer es un sitio sin nada especial, con una comida normalita, sólo con el extra de ofrecer platos sin gluten.

Son dos veces las que he estado en este establecimiento. Me gusta como está estructurado en líneas generales. La decoración del interior es muy sobria, con la luz tenue a un nivel que ni te hace sentir en una cena romántica ni te impide ver a tu comensal de enfrente. Son francamente convincentes las fotos en blanco y negro que decoran las paredes.
El servicio es cercano. Un trato familiar, sin llegar a ser empalagoso o intrusivo. Además, aceptan de buen agrado las críticas constructivas y eso es un punto muy positivo. Saben que en un lugar de barrio, con los tiempos que corren, deben mimar y escuchar a su fiel clientela.
Tema gastronómico. La carta es típica de trattoria italiana. Tenemos entrantes a base de ensaladas y diversos tipos de carpaccio (el de ternera está bastante bien). Luego vienen los platos de pasta, las pizzas y las carnes. Los postres nunca los he probado… siempre acabo lleno antes de tiempo…
Un buen plan, si se van 3 – 4 personas es compartir una ensalada de primero. La que llaman «muy, muy completa», rinde homenaje a su nombre; doy fe que salen 3 – 4 raciones. Después recomiendo escoger una pizza por comensal. Las pizzas son grandecitas, de masa fina (atención, no es masa finísima) y realmente están ricas. La que he colgado una foto es de las potentes, con sus tiritas de beicon y su huevo frito. Hay amplia variedad, creo recordar unas 20 – 25 diferentes.
Un restaurante para ocasiones «casual». Un sitio que le vas cogiendo aprecio según pasas por delante y según te van conociendo. Lo aconsejo para ir en familia o en pareja. El precio es similar a establecimientos parecidos (el ticket medio debe rondar los 18 — 20 €). Se pueden encargar pizzas para pasar a recoger. No tiene terraza. Buena selección de cervezas.

Comí aqui en agosto con un grupo de amigos que incluyó dos celíacas. Fue por eso que fuimos porque siempre les cuesta encontrar comida libre de gluten (encontré el sitio en la guía «aptes per a celíacs»). Hay un montón de pizzas y pastas que se pueden hacer especialmente para celíacos. Para ellas, el restaurante fue una maravilla, pero para nosotros, más acostumbrados a tener elecciones, fue «sólo» bueno. Entonces, he dado el restaurante 5 estrellas para mis amigas (que querían volver el día siguiente).
Si tienes visitantes o amigos celíacos, ven aqui!

Dos años sin probar una pizza, como mínimo una en condiciones; hasta ayer.
Está al lado de casa, pero siempre, por A o por B, acababa yendo a otros restaurantes más caros y más lejos.
Una extensa carta de pizzas, pastas, postres y ensaladas, el 90% de la cual puede ser modificada para adaptarse a un menú libre de gluten, un servicio atento y casi familiar han hecho de este local mi nueva pizzería favorita. El establecimiento no es muy grande, por lo que es más que recomendable reservar con antelación, aunque si el está lleno pero sigues queriendo una pizza, siempre puedes pedirla para llevar y disfrutarla en casa.
Una pizza 10, o eso me parece a mí, que llevaba casi dos años sin probarla, y aún menos acompañada de una buena cerveza (sin gluten).