La Central

La Central es esa librería de los sueños a la que todos queremos ir. Es un local bastante grande y seguramente el mejor de Barcelona en su rubro. Está muy buena porque está muy bien dividida temáticamente y, por sobre todas las cosas, tiene un montón de libros y una variedad más que interesante.
En mi caso, me sentía en una especia de paraíso, entré y corrí como loco a las secciones de mi interés y para mi sorpresa fue más que agradable ver la inmensa cantidad de libros sobre cine, arte y comics que tienen en este local.
Es un sitio hermoso en el que uno se puede quedar varias horas revolviendo a ver que gema encuentra por ahí ante tantos tesoros. Por el lado de los precios hay que decir que a pesar de no ser los más económicos del mundo, resultan bastantes accesibles. Si van a Barcelona, esta librería es una parada obligatoria.

Esta es sin duda una de las mejores librerías de Barcelona, amplia y bien organizada y con libros de todo tipo de temática. Lo que más me gusta es su cafetería en la planta de arriba, donde puedes desayunar, leer tranquilamente, o incluso comer ya que tienen hasta menú de medio día o hamburguesas. Se está tranquilo y a gusto y además disponen de wifi por si necesitas conectarte con el ordenador (¡y enchufes por si vas justo de batería!). El zumo de naranja natural y el mini de fuet me entraron genial, y el chico que me atendió era muy agradable. Además hay una terraza con mesas para los días que apetece tomar el solete, así que considero que ofrecen un servicio súper completo. Pues eso, que a mi me van viendo a menudo por aquí y es que es uno de mis espacios preferidos de Barcelona.

This is one of the best bookshops in Barcelona. First of all, you’re drawn in by the architecture. They have refurbished a ca. 17^th century building with a modern interior and filled it with books and a lovely café.
One could spend all day here looking at all the different topics on offer.
The café has a daily menú del día which the one time I ate there was very very nice indeed. This review was written in 2008.

La Central de la calle Mallorca es una de las mejores librerías de Barcelona, bien organizada, especializada en temas humanísticos y con un equipo profesional de primera. Es una librería en que a uno o a una le apetece perderse desde el momento en que cruza el umbral y empieza a sentir el suelo crujiente de madera.
Es una librería clásica en el sentido más estricto. Ofrece una amplia gama de servicios, ya sea la búsqueda de libros tanto nacionales como extranjeros como la posibilidad de entregas a domicilio si se reside fuera del país.
En el piso superior se encuentra El Café, un lugar agradable y relajado dónde poder ojear la prensa diaria o revisar libros, un lugar de encuentro para charlar y degustar un buen café. En El Café también se sirven comidas ligeras, ensaladas y bocadillos variados. Su decoración es minimalista pero la luz que se escapa de su patio interior ofrece un toque de coquetería que casa bien con las reproducciones de algunas portadas de libros que cuelgan de las paredes. Sin duda, un sitio recomendable,

Sobre la oferta de libros en La Central hay poco que decir. Uno se encuentra abrumado por la cantidad, la presentación y la variedad, hasta el punto que generalmente el cliente sale con el libro que tenía en mente, más un par de joyas más que ha encontrado por el camino y a las que no se ha podido resistir. A mi lo que verdaderamente me llama la atención de ese edificio son los escandalosos crujidos del suelo, fruto, según tengo entendido, de la conjunción de tres factores: la madera, la edad y la humedad. Ignoro qué es lo que se puede hacer al respecto, no soy un experto en el tema. Ni siquiera sé si vale la pena tomar cartas en el asunto, puesto que semejantes disonancias forman parte de la idiosincrasia del lugar. En todo caso me parece interesante reseñar esos ruidos, y la sensibilidad de ese suelo, a flor de piel, hasta el punto que una mínima inclinación hacia uno u otro lado –con tan solo asegurar la posición, y reforzar el peso en el pie izquierdo o en el derecho– se oye un gemido brutal y desagradable –muy parecido al llanto de un recién nacido, al que uno parece haber pisado sin querer-​, que resuena en todo el edifico. Debo reconocer que al cabo de unos minutos uno se acostumbra, pero al entrar, es imposible no atender a otra cosa que al concierto de berridos y estridencias, todavía más, al ver como los clientes repasan las novedades editoriales sin inmutarse, como si no pasara nada. Con el tiempo he aprendido a distinguir los espacios más ruidosos de los menos, a dibujar itinerarios más silenciosos que otros y a distinguir secciones que admiten pisadas más rotundas de aquellas que exigen que flote como un bailarín.

La Central de la calle Mallorca fue la primera librería de Barcelona realmente especializada en humanidades y a día de hoy es la mejor en este ambiente. No solo podrás encontrar cualquier libro que busques ya sea de literatura, arte, arquitectura, fotografía, historia, cine… Si no que tienen una buena red de contactos y pueden conseguirte cualquier ejemplar que busques en relativamente poco tiempo. Además, en el piso de arriba tienen una cafetería-​bar en el que podrás comenzar tus compras antes de irte mientras te tomas un café, una cerveza o te comes un roll e lo que quieras. Siempre está llena por las tardes esta librería y será por algo, ¿no?

Aunque suene súper cursi, me atrevo a revelar que des de que vi la película «Tienes un e-​mail», anhelo trabajar en una librería como la de Meg Ryan, no sé si por morena pero nunca lo conseguí.
Recuerdo de pequeña devorar novelas de Roald Dahl, la primera de ellas Matilda en 1996, curiosamente publicada en 1988, el año de mi nacimiento. Me pregunto si estas coincidencias me llevarán finalmente a regentar una librería o a convertirme en una célebre escritora… o a nada.
Me voy por las ramas. En fin, soy una apasionada de la literatura y en consecuencia su hogar, librerías y bibliotecas. Hay una librería en Barcelona que realmente me fascina y absorbe, La Central de la calle Mallorca. Me parece lo más cercano al elíseo.
Un silencio sepulcral envuelve sus libros y cada una de sus palabras. La atención es óptima y su oferta también.
Para los más románticos, el café de la planta superior es un sitio ideal para reunirse con su Julieta.

Una de las librerías más completas de Barcelona, sobre todo en materia de humanidades, aunque también el fondo de narrativa es más que correcto. Frente al modelo de tiendas de gran tamaño, cercanas al concepto de supermercados del libro, La Central apuesta por un trato con más mimo hacia el producto que venden. Y lo hacen desde la decoración de la tienda, sobria pero elegante, intentando crear un ambiente de sosiego ideal para que el cliente curiosee por las estanterías y mesas. Especialmente agradable es la planta de arriba, donde uno tiene la sensación que más que encontrarse en una librería se halla en una vivienda señorial del Eixample.

«Trabajar en una tienda de libros es algo muy literario» me dijo una vez mi amiga Anabel, cuando estudiábamos en la facultad de Humanidades, allá por el 2002. Entonces La Central despuntaba como uno de las librerías especializadas en literatura, arte, filosofía, teatro, historia y estudios culturales más prestigiosas de la ciudad. Hoy, La Central es la líder indiscutible en la materia y tiene otras cuatro sedes en Barcelona y una en Madrid. Sin embargo, el bajos de la calle Mallorca sigue siendo mi preferido: me encantan los montones de libros que se apilan en sus estanterías, me encantan las escaleras de madera que crujen cuando subes y bajas, me encanta que hayan aprovechado la terraza para poner un servicio de bar y, sobretodo, me encanta encontrar el libro que busco sin necesidad de discutir con el depediente.