La Piazzenza

Was terrible. The pizza description was not on point. The bathroom was dirty. The whole experience was not what we were expecting from coming here from United States.

Este sitio, según nos contaron los amigos con los que fuimos, es un clásico catalán al 100%. Mi amiga lleva yendo allí a comer pizza desde pequeñita y me ha dicho que nunca le defrauda. Siempre está igual de cargada y sabe igual de bien.
Si os gusta la pizza italiana auténtica (es decir, masa finita y los ingredientes justos). Quizás este concepto de pizza no os motive demasiado.
Sin embargo, si os gusta las pizzas bien petadas de queso y de distintos ingredientes. Es decir, pizza a la «española», este es vuestro sitio. Mondongo del bueno, como diría mi marido. Yo me pedí la Mariano y estaba deliciosa. Me gusto la combinación de atún, aceitunas, pimientos de piquillo, cebolla y Roquefort. Eso sí, llena muchísimo. No hace falta que pidáis entrants.
¡Que aproveche!
PD– Reservad o id bien temprano porque siempre está lleno hasta las trancas

Este lugar no vale nada, inexplicablemente lleno. Como italiano puedo asegurar que es uno de los restaurante supuestamente italianos peores de mi vida. Suficiente decir que la pizza está mojada…

El servicio bien, pero las pizzas con la masa cruda y demasiado fina para el queso que llevaba que soltaba la grasa a chorretones de la mala calidad que tenía. Relación calidad-​precio, fatal. Pagas el sitio porque la comida no lo vale.

Ambiente: 2 von 5, sieht auf den ersten Blick einladender aus als es ist.
Schreckliche Beleuchtung, billige Tischsets, Plastikstühle.
Service: 2 von 5, Kellner waren der englischen Sprache nicht mächtig, dafür aber relativ schneller Service.
Essen: 1 von 5, selten schlechter Italienisch gegessen. Spaghetti Bolognese war wirklich extrem schlecht. Jeder 10 jährige macht die mit Mamas Anleitung besser.
Preis: 2 von 5, sah auf den ersten Blick recht günstig aus, hat sich dann aber relativiert da die Größe der Portionen sehr klein war.
Fazit: Lasst euch nicht täuschen, geht weiter, findet sicherlich was besseres in der Gegend.

Tienen ricas ensaladas en la barra. Solíamos ir a tomar un vino y una ensalada en la barra. nservicio siempre muy amable.
Pero realmente no es barato, las raciones son escasas (tengo la impresión que antes eran mas grandes pero no estoy seguro…
Nos gustaba ir antes pero cada vez menos…
La pizza es estilo americano, con bien de ingredientes, con hambre no te vas a quedar. Pero el mas rico no es…
La calzone del chef es enorme. Con muchísimo relleno. De hecho no está hinchado por la massa como una normal sino por llevar tantísimo relleno dentro… es muy poco sano y falta consistencia… Hay de todo dentro…
Una mescla rara, sospecho que meten todo que sino tienen que desechar…

Great location, decent service but the food was really below average. We ordered 2 types of pizza and 1 lasagna there, all were pretty disappointing. We knew it was a touristy place but still, they were lacking on marinara sauce in general, and had weird combo of pizza ingredients.

Conozco esta pizzeria desde hace 10 años. Es seguramente la mejor de Barcelona: las pizzas son suaves, cremosas en la boca, y la pasta crujiente. Es un local sin pretensión, muy conocido de la gente del barrio. Hay siempre cola. Las mesas están bastante apretadas. El servicio es eficaz. El restaurante también tiene una barra bastante grande para picar. Encima el precio es económico.
Hace frente a la Sagrada Familia, al inicio de la avenida di Gaudí.

Terraza donde tomar un poco el sol mientras disfrutas del aperitivo. Servicio rápido, vistas a la Sagrada Familia, variada carta para tapear además tienen platos para comer de comida italiana. Dos refrescos y unas bravas bastante buenas con su buen toque de picante por 11.35 euros.

Buena terraza para tomar unas cervezas y compartir unas pizzas con los amigos, pero hay que tener en cuenta que no se puede reservar y siempre esta a tope. Recomendables 100% la Calzone, Calzone Jb (al gusto del pizzologo) y la Salvajada. Tambien tienen unas bravas estupendas.
Durante mucho tiempo sus pizzas han sido nuestra cena de los sábados, pasábamos a recogerlas y las comíamos en casa; si el camarero te dice que serán 17 minutos gen claro que serán 17 o menos.

The best food and the best wine I’ve had in Barcelona. I went with the waiter’s choice on the wine, and had the salt cod (expecting it to be an experience, not a pleasure). Both the food and the wine were excellent. Not as pricey as some of the others, but good food and good service.

La Piazzenza se a convertido en un ritual — tengo que ir cada ves que voy a Barcelona. Tenéis que probar su calzone JP, su patatas bravas y la sangría, que rica! Todo lo que e probado esta rico, y los chicos que trabajan ahí siempre nos han atendido muy bien.

Die Wartezeit auf das Essen war ziemlich lang, die von uns bestellten 3 Pizzen waren ziemlich geschmacklos und von schlechter Qualität.

It was OK. I was hungry and wanted a cheap pizza and beer quite early in the evening. That’s pretty much what I got! Probably won’t come back since Madrid has so many places to eat, however nothing wrong with my food, or the service so get four stars from me.

Unos pocos amigos y algunos más conocidos me habían hablado siempre muy bien de esta pizzeria de la Avinguda Gaudí. Al cabo de un tiempo me encontré inesperadamente pidiendo mesa para cenar y… bien… nada del otro mundo, más bien justito. La comida normalita, el servicio ajetreado y, en relación a todo ello, los precios, mejorables.
Es probable que con el tiempo, con la conversión de la bonita avenida en la que se ubica en una rambla para turistas de todo pelaje que se acercan a la Sagrada Familia y al Hospital de Sant Pau, la esencia del establecimiento haya derivado en algo menos interesante de lo que un día fue. Pero vamos, hay que valorar los servicios por lo que ofrecen en tiempo presente, y hoy en día no La Piazzenza no es una de las mejores opciones de pizza para el aborigen barcelonés con cierto criterio.

Antaño era una de las mejores pizzerías del barrio, pero hoy es uno más de los miles de restaurantes para guiris que pueblan las calles colidantes a la Sagrada Familia. Solíamos ir allí a tomar una pizza tardía los viernes o los sábados por la noche, cuando mi amigo Óscar cerraba su bodega. Los camareros nos conocían y a veces nos invitaban a una cerveza. Hoy, el trato familiar ha desaparecido y las pizzas han perdido en calidad y ganado precio, por lo que en muy raras ocasiones suele visitar el establecimiento. Puedes encontrar mejores lugares en el barrio: La Piazzenza es una última opción.

Probablemente la primera pizza que comí en mi vida salió del horno de la Piazzenza, y confieso que mi paladar de niño cretino no se adaptó fácilmente a su sabor. Recuerdo, eso sí, allá por los primeros años noventa, un local familiar, más pequeño de lo que es ahora, con apenas una barra y unos curiosos discos de madera en los que, a modo de carta, se glosaban las maravillas de cada una de las pizzas, con dibujos de Makoki y otros personajes de cómix local.
Luego la ciudad se hizo destino turístico global, empezaron a abundar las pizzerías por la ciudad y la avenida Gaudí se llenó de alemanes, americanos y japoneses con cámaras de fotos. La Piazzenza amplió el local, puso mesas y quemó los discos de madera que tanto me divertían; probablemente cambió de dueños, pero las pizzas, hay que reconocerlo, saben igual. Algunas incluso conservan el nombre. Sin nostalgias sensibleras, además, hay que reconocer que comer en taburete, oliéndole el sobaco al vecino mientras se mastica una pizza roquefort, siempre ha sido incómodo, también en la Barcelona preolímpica.