London Bar

Came for the history — stayed for the relaxed atmosphere and cheap beer ;). Small pub — wouldn’t go out of your way to visit but unfunny he area a nice place to get a drink and reminisce in the history

Un bar qui fait voyager dans le temps: il vaut le détour pour son décor suranné, pas franchement barcelonais mais qui a beaucoup de charme. Dans la salle du fond se tiennent encore des spectacles de cabaret et d’après ce que nous avons compris des extraits de journaux affichés, le public est essentiellement octogénaire. Le papier peint qui devait etre blanc dans les années 20 est desormais jaune et part en lambeaux, l’ensemble du lieu tombe en déliquescence. Mais on n’a pas l’impression d’être dans un endroit miteux du tout pout autant mais plutôt de saisir le dernier vestige d’un passé qui subsiste un peu ici.
C’est donc un bar décalé, à la clientèle de tout genre, sympa où prendre un verre pour changer un peu des bars à tapas classiques. La dame qui nous a servis était apparemment une des artistes, la soixantaine, le sourire et qui participait aussi au charme désuet du lieu.

I love this bar, I always have. I first came here on my first trip to Barcelona 15 years ago. Loved it then and I love it now.
The difference now is that the tourists know about this bar. And barcelona is now flooded with tourists. But that doesn’t matter… I still managed to meet locals in this bar to practice spanish with. Always a friendly crowd.
This bar has a history. And you can see it in the photographs hanging on the wall.
The décor is kinda funky which I love. And a great place to have a beer and meet friendly people.

Awesome little bar with a wide selection at little bar prices. Was able to introduce them to the concept of running a bar tab.

Como Mariona, yo soy una barcelonesa que he pasado varias veces por el London Bar. Es una buena opción si es tarde y estás por el centro, porque puede que encuentres incluso una actuación en directo. El handicap es que suele estar muy lleno y hay ruido, si lo que te apetece es una charla sin dar voces igual no es el lugar. Ahora, es cierto que si no has estado nunca tienes que entrar. Al menos para dejar tu huella donde tantos otros la han dejado ya.

Absenta de colores. Por lo visto la absenta puede de ser de varios colores aunque no varíe su sabor. Esto lo aprendí hace no mucho, en el London Bar. Fuimos tres amigos con la misma camiseta el día de navidad. Pusimos nervioso al camarero, a los camareros, quiero decir. El London Bar es mítico, en una calle mítica. Es un bar de principios del siglo XX y se nota: los grandes espejos, los tablones de madera del suelo, el piano ultraviejo. Hace tiempo tenía una zona con teatro para espectáculos y un billar, ahora está más en plan para tomar unas copas antes de entrar en cualquier discoteca de la zona. Hicimos buenas migas esa noche, la gente es muy abierta, puedes hablar con todo el mundo. Mi absenta la pedí amarilla, pensando en que sería menos dulce. El camarero se reía.

Me gustaba mucho cuando llegué a Barcelona y es parada obligatoria para todos los nuevos en la ciudad.
En realidad cuando lo conozcas ya no tendrá mucho de especial, porque a mi al menos a la tercera visita comenzó a agobiarme. Barullo y ruido a un volumen intenso, además del número considerable de guiris que te sueles encontrar. Por lo menos antes había más actuaciones en directo, algo que poco a poco fueron reduciendo.
Eso sí, sigue manteniendo un encanto que denota la historia que tiene el local, y seguramente alguna noche pasarás por allí, no hay fallo. Ahora, lo de ir expresamente… pues bueno…

El London es un bar ya centenario. Precisamente, las reminiscencias modernistas de la decoración es uno de los encantos del local. Con los años que lleva abierto, deben ser pocos los barceloneses que alguna vez no hayan pasado por ahí y muchas las historias y anécdotas que sus dueños pueden contar. Lo mejor es que sigue siendo uno de los pocos bares de Barcelona en los que se puede escuchar música en directo y lo peor es que siempre está lleno de gente. Me gusta el London porque es de los bares que cierran tarde y porque, si alguien propone ir ahí, el acuerdo suele ser unánime. También me gusta ir porque, por su historia y por su ubicación (a medio camino entre las Ramblas y la Rambla del Raval) te encuentras con gente variopinta y, ya se sabe, entre la multitud, el roce, unos cuantos gintonics y la confusión de la noche, es fácil terminar intercambiando puntos de vista sobre el sentido de la vida con algún desconocido. En definitiva, el London es una experiencia obligada si estás en Barcelona.

Une taverne pour les fêtards
Concerts de rock tous les soirs pour ce bar très enfumé. Bière, vin et… absinthe pour 3 à 4 euros. Ouvert jusqu’à 5 heures du matin. Sympa à part la fumée.