Luki

El mejor pescado del poble sec!
Very friendly staff, ask for recommendations and you will get the best advice for more local food endeavors!
Gracias Luki!

La Plaça del Sortidor, un encanto. Un restaurante con terraza y mesitas decoradas con flores, vidilla. Una cena en el Luki, sorpresa.
Por la decoración de su exterior, sabía que congeniaríamos, pero no hasta qué punto. Una pasada. Su interior es una mezcla entre la casa de la Baronesa Thyssen-​Bornemisza, Elvis Presley y la mía. Bromas aparte, la decoración está muy cuidada, con un punto entre barroco tirando hacia rococó y moderno, que en ningún momento cansa ni carga.
El propietario, el tipo más simpático del barrio, nos explica todo el menú y nos aconseja para este festín. La cena se sucede animadamente y de postres, gintonicazo. El brindis, por supuesto, ¡por Luki!

30 de marzo. Estreno la primavera climatológica en una de las terracitas de la plaza del Sortidor del Poble Sec. ¿Cuál? ¡La del Luki! Voy con dos buenos amigos –ambos muy siberitas– y uno de ellos dice que éste es uno de los restaurantes favoritos del barrio. ¡Vamos a ver si es verdad! De momento, el dueño del local nos recibe con una generosa sonrisa y mucha simpatía. ¡Empezamos bien! Después, toca leer la pizarrita del menú: risotto de verduras y ensalada capresse de primero, y sepia estofada y broqueta de pollo marinada de segundo. ¡Mmmm!!! Lo pruebo todo –somos amigos y compartimos– y todo está rico, bueno, sabroso. Satisfechos, lo rematamos todo con unos postres a base de fresones y con una larga sobremesa. Una sobremesa que es larga porque hemos comido bien, porque sólo nos ha costado 10 € por barba, porque es el primer día que empieza a notarse el calor del sol y, sobretodo, porque estoy con dos hombrecillos que son lo mejor de lo mejor. ¡I’ve been lucky to go to Luki!

Afortunado se dice ¡Luki!
Caminando por la plaza del Sortidor, en pleno barrio del Poble Sec, en una de sus aceras, nos encontramos con el Luki, me imagino, que su nombre es una «españolización» de la palabra inglesa «Lucky», que quiere decir afortunado.
Sin duda, la verdad es que me sentí muy afortunado, cuando vi una silla de época, al lado de una mesa tipo cabaret. ¿Una intervención urbana? ¿Una performance? Ni idea, pero lucía muy chula afuera de la entrada del Luki.
La decoración interior es realmente espectacular, creativa y de muy buen gusto (querubines, y cuadros de Liechtenstein entre otras variedades). Su carta incluye los mejores huevos estrellados de Barcelona, ensaladas de pera con exóticas borrajas, también, tienen rape. Los postres, ni hablar, cómo olvidar el delicioso brownie con chocolate. Buena relación calidad precio.