Macondo

Cada vez que voy mejor me lo paso, realmente están consiguiendo tener un garito donde se crea un ambientazo de lo más. Buena música, precios populares y actividades de todo tipo: desde recitales de polipoesía a conciertillos de bandas que de otra manera no vería.
¡Seguid así gentes del Macondo!

Por esas extrañas paradojas cotidianas, viví un par de años a minuto y medio del Macondo y nunca me dio por ir. Y había oído hablar de él por varias bocas, no exclusivamente de gente del barrio. Un local con buena selección musical, actividades variadas y como única pega el hecho de estar en la calle Conca, él solo, sin más compañía que el New York en la otra calle y la Isladencanta un poco más allá, locales con los que de todos modos no parece compartir público. Aún así, sé de gente locuela que estando en Gracia ha ido a tomarse algo al Macondo para después volver, apenas una hora y pico después.
Finalmente fui, por ver actuar a la amiga de un amigo, que presentaba un espectáculo humorístico-​musical. Sin ser nada profesional, el Macondo la acogió, como solo haría un bar humilde en las formas y ambicioso en las propuestas, un bar lejos de los focos habituales de jolgorio.