María Espeus

Hace más de un año que visité el estudio de esta fotógrafa y aún hoy se me cae la baba cuando lo recuerdo.
Un lugar mágico. Si no te gusta la fotografía, el lugar no te dejará nada indiferente y saldrás fascinado por su amplitud, su diseño, su interior…, pero si además te gusta el mundo fotográfico no querrás salir nunca de allí. El lugar sirve de estudio, pequeña sala de exposiciones, plató, vivienda, despacho, etc, etc, etc Maravilloso.
La cantidad de material interesante que hay a lo largo de esas tres plantas es increíble, todo un placer.
Además María, además de gran fotógrafa, es una gran persona. A pesar de su cansancio, nos atendió amablemente y nos habló acerca de sus trabajos y sus proyectos. Todo un lujo.
En definitiva, una gran visita que recordaré durante mucho tiempo. El lugar de trabajo de los sueños de muchos artistas, el mío incluído… el tuyo seguro que también lo sería!

Probablamente sea el lugar de mis sueños, lo mejor de lo mejor, un micromundo en tres plantas, el paraíso, la locura…
En medio del raval, en una callejuela en la que parece que no hay nada de nada, se ve la puerta de un edificio que desde fuera parece abandonado, o sin mucho uso… ahí radica parte del encanto que tiene este estudio fotográfico/​estudio de diseño. Desde fuera no parece nada, y una vez pasas la puerta estás como en un loft inmenso de la quinta avenida.
Como decíà la principio, tiene tres plantas, abajo de todo es una especie de espacio expositivo con fotografías de María Espeus sobre su trabajo del Raval, y sobre su trabajo sobre Suecia. En esta planta, detrás de una persiana metálica, está el taller de escultura de Peret (de la old school del diseño catalán), una pasada de lugar lleno de materiales para crear millones de cosas.
Al subir unas escaleras de caracol metálicas, llegamos a la planta de Peret, su despacho es como el rastro de Madrid pero mejor colocado, todo limpito y dentro de un órden caótico que hace las delicias de cualquier coleccionista, además, una gran sala llena de ordenadores y muchas estanterías con libros. Y en la última planta, por fin, el despacho de María y su estudio… creo que la casa entera tiene unos 1200 metros cuadrados, así que divididlo en tres y ahí está el tamaño del plató. Es un lugar mágico, y además María es encantadora.
Me he sentido super afortunada de poder visitar un sitio como éste, en los horarios he puesto la hora comercial, pero la verdad es que no se puede visitar sin cita previa, ya que además de su lugar de trabajo es su casa.
Lo mejor: Poder haber ido al menos una vez.
Lo peor: No ser su mejor amiga para poder hablar con ella durante horas en su terraza.